Hiba Abouk: “La venganza nunca es la solución. Es un veneno que te acabas tragando”
Charlar con ella te invita a la calma, porque Hiba Abouk es ese bálsamo que deberíamos incorporar a nuestra vida diaria. Con 18 años se independizó y se lanzó a la aventura de abrirse camino en una profesión tan competitiva como la interpretación. Nada le fue regalado. Lo que tiene es el resultado del esfuerzo y de creer en ella misma, por eso nunca olvida de dónde viene y no imagina siquiera adónde puede llegar. La vemos ahora en Eva & Nicole, donde da vida a una mujer con necesidad de venganza, pero, al final, nada es lo que parece…
The Luxonomist: Hemos tardado, pero ¡aquí estás! Mujer de palabra…
Hiba Abouk: Es verdad, mucho tiempo sin vernos, pero le hemos puesto solución.
TL: ¿Desde que no te veo me encuentro a una Hiba cambiada?
Hiba Abouk: En todo este tiempo han pasado cosas buenas y otras no tan buenas, pero quiero pensar que salimos más fuertes. Siempre, todo lo que ocurra, es un aprendizaje en la vida y ¡aquí estamos!, siempre para adelante.
TL: Eres de las que cultivas mucho el misterio y solo apareces cuando hay algo que contar…
Hiba Abouk: Cada uno que haga lo que quiera, como puedes suponer. A mí me gusta dar entrevistas o tener visibilidad cuando tengo un proyecto que compartir. Eso es lo más importante para mí.
“El éxito de El Príncipe me desbordó, pero nunca dejé de tener los pies en el suelo”
TL: Eva & Nicole ¿Hacer de mala se te da bien? Porque nada tiene que ver contigo tu personaje…
Hiba Abouk: La verdad es que no. Lo más mágico de este trabajo es poder interpretar otras vidas que se alejan totalmente de la tuya. Eva empieza siendo lo que parece, una femme fatale, una mujer que llega empoderaba a Marbella, dispuesta a vengarse de Nicole. Tienen un pasado en común en el que eran amigas, pero por circunstancias que se irán viendo, vuelve al lugar donde ahora está con el fin de poner las cosas en su sitio. No vamos a hacer spoiler, pero pasan muchas cosas y mi personaje tiene un recorrido sorprendente.
TL: ¿La venganza es la solución a los problemas?
Hiba Abouk: Si se lo preguntas a Hiba, te digo que no, jamás. La venganza es un veneno que te acabas tragando tú misma, pero Eva creía que ese era el camino. Al ser el personaje que he interpretado más alejado de mí, me prometí no juzgarle. Simplemente quise entenderla, meterme de lleno en la labor de convertirme en ella, darle vida y defenderla. Y te digo una cosa, Amalia, posiblemente sea el trabajo del que me sienta más orgullosa porque está muy alejado de mí. Esto ha sido un plus añadido de dificultad y un ejercicio muy bonito para mí a nivel personal.
TL: ¿Será fácil empatizar con ella?
HA: Empatizar, empatizar… desde el minuto uno, creo que lo harán más con el personaje de Nicole, pero a medida que avance la serie, la percepción puede cambiar.
TL: ¿De niña ya eras la teatrera de la pandilla?
HA: ¡Qué va! para nada. Era extrovertida en la pandilla, pero he sido bastante discreta y tímida siempre. Lo de interpretar siempre lo he dejado para el trabajo. Soy de perfil bajo y, cuando llego a una fiesta, no soy de las que se hace notar. Es más, no te enteras de que estoy.
“Siento el mismo miedo y la misma ilusión por la interpretación que el primer día”
TL: ¿Y cómo convive una tímida en una profesión tan expuesta como la tuya?
HA: Lo llevo bien porque diferencio y distancio mucho el trabajo de mi intimidad. La vida es otra cosa.
TL: ¿Cuándo eres consciente de que esto es, de verdad, lo tuyo?
HA: Empecé a hacer teatro en el colegio, con 12 años, porque me gustaba mucho la literatura y leer. Me encantaba Shakespeare, Chéjov… Al hacerlo, me di cuenta de que estar encima de un escenario me gustaba y era una experiencia que me hacía sentir muy bien. A los 17 años tenía que decidir qué carrera elegir y qué hacer con mi vida. Sabía que si elegía la interpretación iba a ser muy feliz. Estudié dos años Filología árabe y decidí prepararme para las pruebas de la Resad (Real Academia Superior de Arte Dramático), donde era muy difícil entrar. Si lo conseguía era una señal. Entré, me di cuenta que era mi lugar y… hasta hoy.
TL: ¿Qué hay de la Hiba de El síndrome de Ulises en la actriz consagrada actual?
HA: Mira que han pasado años, pero te diría que todo. Ante cada nuevo personaje siento los mismos miedos, la misma ilusión, el mismo respeto. Cuando me enfrento a un personaje, soy la misma Hiba que lo hizo ante su primer papel episódico hace muchos años. Esta es una profesión de fondo, de largo recorrido, de la que no quiero jubilarme nunca porque me apasiona y la respeto.
“Quiero transmitir a mis hijos que sean humildes y trabajadores”
TL: ¿En el mejor de tus sueños imaginaste todo esto?
HA: No, en absoluto. Cuando entré en la Resad, pensé que iba a ser actriz de teatro, porque era lo que más me gustaba y más conocía. Nunca imaginé que llegaría a hacer un par de series y sobre todo El príncipe, que fue lo que marcó definitivamente mi carrera. El éxito me desbordó, pero nunca dejé de tener los pies en el suelo. Con 18 años me fui de mi casa para conseguir mis sueños y luché por ellos desde cero, por eso nunca perdí la cabeza. Tengo muy presente lo que me ha costado llegar. Esa lucha y esos valores es lo que quiero transmitir a mis hijos. Tener siempre los pies en la tierra, ser humildes y trabajadores.
TL: ¿Te animas a unas preguntas rápidas?
HA: ¡Sí, claro! Lo que quieras…
TL: ¿A quién no le dedicarías ni un minuto de tu vida?
HA: A criticar a la gente.
TL: ¿Primer pensamiento de cada mañana?
HA: Agradecer el estar viva, tener un techo en el que vivir y tener salud.
TL: ¿Ese olor inolvidable que te transporta a la infancia?
HA: El jazmín. Me lleva a mis veranos en Túnez y a mis orígenes. Es una sensación muy agradable.
TL: ¿Un sueño que se repite una y otra vez?
HA: No soy de mucho soñar…
“El jazmín me lleva a mis orígenes y mis veranos en Túnez”
TL: Tres palabras que definan el momento que está viviendo…
HA: Ilusión, agradecimiento y amor.
TL: ¿Lo mejor que te gustaría escuchar de ti?
HA: Que inspiro a las personas algo positivo.
TL: Morirías por tener un superpoder. ¿Cuál sería?
HA: El de parar todas las guerras que hay en el mundo.
TL: Si pudieras hacerlo. ¿Qué le dirías a la niña que se quedó atrás?
HA: Le diría que confíe y que no está sola.
TL: ¿Qué es lo peor de la fama?
HA: La intromisión en tu vida privada.
TL: ¿Recuerdas ese primer photocall ante la prensa?
HA: ¡Uyyy, síii! Lo recuerdo perfectamente. Pasé desapercibida porque aún no era muy conocida (risas). Fue todo bastante bien.
TL: ¿Qué no echarías de menos nunca en tu camerino?
HA: El guion con mis apuntes y agua.
“Me gusta el mar pero me da miedo su profundidad”
TL: ¿Eres de dar consejos, aunque no te los pidan?
HA: No, porque soy muy discreta. Pero en todas mis conversaciones me gusta hablar desde la pequeña sabiduría que tengo por mis experiencias, porque sé que ayuda.
TL: ¿Esa situación o persona que te ha dejado sin palabras?
HA: Me deja sin palabras, en negativo, la falta de sensibilidad y empatía. Me explota la cabeza con la injusticia.
TL: ¿Un miedo que no sepas controlar?
HA: Las profundidades del mar. Me gusta el mar y me encantaría bucear, pero sumergirme en lo hondo me da mucho miedo.
TL: Esa pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder…
HA: Me has hecho una entrevista maravillosa, una total conversación de amigas…