Una semana después de su muerte, el pasado 9 de septiembre, se leyó en Milán el testamento de Giorgio Armani. Un texto en el que el diseñador ha revelado instrucciones precisas sobre el destino de su firma y su vasto patrimonio. Un imperio valorado en más de 12.000 millones de euros.
Armani, quien no tuvo hijos ni contrajo matrimonio, dejó dos documentos manuscritos y sellados, fechados en marzo y abril de 2025. En ellos detallaba su voluntad de garantizar la continuidad e independencia de su casa de moda Giorgio Armani Spa, fundada en la década de 1970 junto a su socio, Sergio Galeotti.
A lo largo de su vida, Armani ejerció un férreo control creativo y empresarial. Y en 2016 ya había creado la Fundación Giorgio Armani con el propósito de proteger su legado. El testamento estipula que, en un plazo de 18 meses tras su fallecimiento, los herederos deben vender una participación del 15 % de la compañía.
Posteriormente, deben transferir entre un 30 % y un 54,9 % adicional al mismo comprador entre los tres y cinco años siguientes. Como alternativa, se contempla una oferta pública de venta. Sin embargo, se establece una cláusula que prohíbe la salida a Bolsa en los primeros cinco años tras su muerte, reflejo del deseo del diseñador de evitar presiones externas inmediatas.
El documento da prioridad a grandes grupos internacionales del lujo como LVMH, L’Oréal o EssilorLuxottica como posibles compradores. Aunque también señala la opción de considerar otras empresas del sector con las que Armani mantenía vínculos. Esta estrategia busca preservar la coherencia y estabilidad de la firma dentro de un ecosistema afín.
La gestión directa de la compañía recae ahora en la Fundación Giorgio Armani, cuyo consejo de administración está compuesto por colaboradores cercanos y familiares del diseñador. Entre ellos se encuentran su socio de vida y mano derecha durante cinco décadas, Pantaleo Dell’Orco.
También están sus sobrinos Luca Camerana, Silvana y Roberta, con funciones directivas en la empresa; e Irving Bellotti, director de Rothschild Italia. Bajo su supervisión quedará no solo la marca principal, sino también los múltiples negocios asociados. En total, 650 tiendas en 60 países, hoteles en Dubái y Milán, restaurantes, líneas de mobiliario, perfumes, maquillaje y el club de baloncesto Olimpia Milano.
El legado creativo de Armani también tendrá una despedida de alto perfil. Sus últimas colecciones, trabajadas personalmente hasta el final, se presentarán en la Semana de la Moda de Milán. El 25 de septiembre se mostrará la línea Emporio Armani primavera-verano 2026. Tres días después, la colección Giorgio Armani cerrará el evento, coincidiendo con el 50 aniversario de la casa de moda.
Además, el 24 de septiembre se inaugurará una gran exposición en la Pinacoteca di Brera y se lanzará un archivo digital, Armani/Archivio, para conmemorar su trayectoria.
Con este plan meticuloso, Giorgio Armani asegura que su visión de la moda como sinónimo de elegancia, independencia y compromiso perdure más allá de su vida, garantizando estabilidad a la empresa que lleva su nombre.
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