Shein presiona para salir a la Bolsa de Londres con una ofensiva en Hong Kong
La plataforma de venta de ropa online ha solicitado formar parte del parqué asiático.
Shein sigue dando pasos para intentar cotizar en la Bolsa de Londres, donde solicitó estrenarse hace poco más de un año. Para ello ha presentado la documentación para cotizar en Hong Kong y así presionar a la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido.
La compañía remitió la semana pasada el folleto de su oferta pública inicial (OPI) a la Bolsa de Hong Kong y a la Comisión Regulatoria de Valores de China (CSRC, por sus siglas en inglés) para dinamizar el caso abierto en Gran Bretaña, según el Financial Times.
Shein quiere convertir Londres en su principal mercado
De hecho, la compañía logró la aprobación del documento por parte de los reguladores británicos hace unos meses. Esta no fue aceptada por su homóloga china por el lenguaje empleado a la hora de evaluar los riesgos. En concreto, en lo referido a las actividades realizadas en la región de Xinjiang, hogar de la minoría uigur, importante productora de algodón y foco de denuncias sobre supuestas violaciones de derechos humanos por parte de Pekín.
Según el diario inglés, si las autoridades británicas aceptan un folleto del gusto de China, la compañía convertirá Londres en su parqué predilecto. Aunque, en el caso de que tanto Hong Kong como Londres aprobasen la salida a bolsa, Shein se podría plantear una oferta dual.
Podría ser la mayor salida a Bolsa en Londres en una década
Cuando se conoció la intención de Shein de salir a la Bolsa londinense, la compañía fue valorada en 66.000 millones de dólares, con la intención de lograr una valoración de alrededor de 50.000 millones de libras. Esto supondría la mayor operación de este tipo en Reino Unido en más de una década, si finalmente se materializa.
El deseo de la compañía de cotizar en la City llega después de no conseguir hacer lo propio en Wall Street. En 2023 presentó en secreto una solicitud a la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU.). Los controles regulatorios, las trabas burocráticas y los recelos políticos terminaron por frustrar la operación y que el gigante chino apostase por Europa para iniciar su andadura bursátil, algo que de momento no ha conseguido.