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Es normal que con la llegada de la menopausia las mujeres experimenten muchos cambios, tanto físicos como anímicos y emocionales. Hasta hace poco este período de cambio al que se enfrentan cada año más de 1000 millones de mujeres ha sido tabú y muchas se lo han tomado como una “fecha de caducidad” para la que nadie les había preparado.
Afortunadamente los tiempos han cambiado y cada vez más psicólogos, ginecólogos y dermatólogos brindan su ayuda a las mujeres que lo necesitan. Sobre todo para entender y aprender a convivir con un cuerpo, el suyo, que muchas no reconocen.
La sequedad vaginal, la falta de líbido, los cambios de temperatura corporal o incluso el exceso de sensibilidad en la piel son algunos de los signos más frecuentes de esta etapa. Pero hay muchos más, relacionados con la autoestima y el ánimo, que también hay que trabajar.
“La menopausia no es una fecha de caducidad sino un momento de cambio. Llega a una edad en la que las mujeres nos conocemos bien y debemos sentirnos poderosas. Por eso debemos preguntaros cómo queremos vivirlo. Y la respuesta es con salud”.
Así lo explica la ginecóloga Bárbara Fernández del Bas, experta en menopausia, ginecología integrativa, funcional y medicina antienvejecimiento. Ella es también asesora de la firma cosmética Days of Confidence especializada en nutricosmética y cremas pensadas para aliviar los síntomas de la menopausia antes, durante y después de su llegada. Porque saber lo que nos pasa es fundamental para entender, atajar o sobrellevar cualquier dolencia.
Por ejemplo, la experta indica que aproximadamente el 80% de las mujeres menopáusicas y hasta un 50% de perimenopáusicas sufren el llamado síndrome genitourinario.
Un término que engloba un conjunto de trastornos del tracto urinario y el aparato genital producidos por la falta de estrógenos. Uno de los más comunes es la sequedad vaginal, que afecta y limita a más del 70% de las mujeres durante la menopausia.
Como decimos, la culpa de su llegada la tienen los estrógenos. Estos hacen que el colágeno presente en el organismo, y responsable de la jugosidad de la piel, disminuya al ritmo del 1% desde los 35 años. Sin embargo, la producción puede caer hasta en un 40% al llegar la menopausia, lo que aumenta la sensibilidad de la piel de todo el cuerpo, incluidas las partes íntimas, provocando dolor durante las relaciones sexuales.
La solución para esta dolencia, según Fernández del Bas, es cuidar la piel de la zona e hidratarla como haríamos con cualquier otra parte del cuerpo. Para ello recomienda una crema o bálsamo vulvar, hidratante y natural, que nada tiene que ver con un lubricante. “Si hacemos un símil entre la piel de la cara y de la vulva, un lubricante es como una mascarilla flash que nos ponemos para una ocasión puntual. Mientras, una crema vulvar es como una crema de tratamiento que nos ponemos cada día”, explica.
De esta forma, ella aboga por el uso del Bálsamo Íntimo Hidratante Natural de Days of Confidence, creado con una fórmula orgánica y multifuncional especialmente para la zona. Según explica “contiene probióticos que refuerzan la barrera cutánea, aceite de espino amarillo que regenera las mucosas, ácido hialurónico que hidrata en profundidad y aceite de chía que calma y regenera”.
Con su uso diario y continuado podremos combatir un punto importante, el de la sequedad vaginal, que repercute en otro montón de aspectos de la vida diaria. “Algo que puede devolver, sin duda, la confianza y el empoderamiento a la mujer en una época especialmente convulsa”.
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