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El mundillo de los coches tiene un importante punto emocional. Todos los que somos enamorados del motor tenemos en mente esas máquinas que nos gustaría conducir al menos una vez en la vida. Un capricho. ¿El mío? Ponerme al volente de un coupé deportivo compacto, dinámico, de diseño atlético, con motor potente y tecnología sofisticada. No se me ocurrió mejor opción que este BMW Serie 2 Coupé para quitarme la espinita. Porque el Serie 2 es un icono. Es un coche pequeño, de dos puertas con un aura fresca, juvenil y extrovertida. Y, sobre todo, con mucha garra y espíritu deportivo por su ya inusual tracción trasera. Desde que lo cogí en las oficinas de BMW sabía que iba a ser un flechazo. Y me fui con él hasta la Costa Brava para demostrarlo. Fiel al legado de BMW: hecho para las carreteras más reviradas La puesta a punto deportiva es una característica indudable de cualquier coche de la marca bávara. Tras el slogan del “placer de conducir”, BMW ha hecho de éste un juguetito divertidísimo de conducir. Busqué la carretera más revirada que pude encontrar en Girona y disfruté como un enano en ese baile controlado entre el coche y el asfalto: entré en las curvas con decisión, las recorrí sin balanceo y el empuje a la salida me puso exactamente donde yo quería. Una delicia trazando limpio y natural, sin sustos ni demasiada electrónica invasiva. Todo muy auténtico, muy BMW. Los puntos diferenciales del BMW Serie 2 coupé Foto: Dani González La culpa de esto la tienen varias cosas. En primer lugar, las formas del coche. El centro de gravedad bajo y la distribución de peso casi perfecta ya acentúan las prestaciones dinámicas. En segundo lugar, porque el modelo que he probado monta un motor de gasolina capaz de entregar 245CV y el cambio automático es muy preciso y ágil en los saltos de marcha. En un mundo de coches silenciosos… este suena muuuuy bonito. Y por último, la tracción trasera, que es una diferencia fundamental con otros de sus segmento como el Audi A3 o el Mercedes CLA. La puesta a punto del coche viene heredada de sus hermanos mayores, la familia Serie 4 que ya probé hace unas semanas. El tacto es muy muy similar por la puesta a punto del chasis. Es ágil, con buenísima dinámica de curva, precisión en la dirección y una absoluta destreza en el control de deslizamiento. Cuando ponemos el modo Sport Plus es un coche duro, con un tacto muy deportivo que hace sentir que las carreteras reviradas son su hábitat natural. Atléticamente esculpido, por fuera y por dentro El diseño clásico de BMW se deja entrever en este Serie 2 Coupé. No suelo ser muy ostentoso, pero reconozco que me ha gustado la sensación de que la gente se diese la vuelta para verlo pasar. El precioso color morado con detalles en negro y las llantas personalizadas llaman mucho la atención. Es un coche que impone mucha presencia. No deja de ser un compacto, con una silueta proporcionada, elegante y musculosa, con líneas dinámicas y detalles expresivos. Diseño premium y tecnología moderna Foto: Dani González El diseño del frontal lo protagoniza una parrilla ancha, dispuesta en horizontal, con láminas activas que se abren y cierran en función de la refrigeración que necesite el motor. Los faros rasgados son un sutil recuerdo al primer BMW 02 de los años 60. En el interior todo está orientado para el gusto de quien lleva el volante. Es muy premium e inspira calidad, modernidad y atención al detalle: posiblemente BMW haga los mejores acabados interiores de la actualidad. Foto: Dani González La posición de conducción es muy baja y los asientos deportivos te abrazan, mientras que volante de BMW M, su firma deportiva, tiene un grosor que invita a apretar con decisión y tomar el control. El salpicadero es digital, con un largo cristal curvo que une el cuadro de instrumentos y la pantalla central, repleta de aplicaciones y funciones que resultan bastante intuitivas... En definitiva, es un equilibrio perfecto entre los coches de siempre y la tecnología moderna que acentúa el carácter del coche y su funcionalidad. Agradable para recorrer cientos de kilómetros Foto: Dani González Aunque por su aura pudiese parecer lo contrario, el Serie 2 Coupé que he estado probando es una sorpresa agradable no solo para salir de ruteo, sino también para viajar o moverse en trayectos del día a día. Y para mi sorpresa, este BMW se defendió bastante bien. Es un coche duro y con carácter, que nunca renuncia a la deportividad. Pero al mismo tiempo la suspensión está muy conseguida para mejorar el confort general de la marcha. Vamos, que se come los kilómetros. Subir a la Costa Brava desde Madrid son cerca de 750 kilómetros. Los hice tranquilo, a 120km/h por una autovía y gastando poco más de 6 litros a los 100km. Un consumo muy ajustado para ser un coche con tanta potencia. Foto: Dani González En carretera se siente sólido y bien asentado, la insonorización está bien trabajada y en general es un coche que invita a recorrer kilómetros. Un poco camaleón, si me permitís definirlo así. El maletero es suficiente para ser un coche compacto. No presume, pero cumple. Son 390 litros donde entran sin problemas un par de maletas, mochilas o las bolsas de la compra; aunque la boca de carga sea en formato baúl y no un portón grande. El equipaje de dos personas para una escapada de fin de semana encaja sin ningún problema y sobra sitio para traer de vuelta algunos recuerdos. Un fantástico coche de diario, si no tienes familia Foto: Dani González Quizá mi próximo coche sea un BMW Serie 2 Coupé. Y no lo digo por decir, lo estoy barajando muy seriamente. Tengo menos de 25 años y me encanta conducir: esto es un juguete divertido, rutero, perfecto para escapadas o para ir a trabajar a diario. Raro será que vayamos más de dos personas montadas y, en general, el diseño y la aspiración que tiene el concepto Coupé de dos puertas me alucina y me atrevo a decir que me pega. Su principal limitación es que, además de pequeño, es un dos puertas. Eso condiciona indudablemente las plazas traseras, que son estrechas y algo incómodas si se pretende hacer algo más que un trayecto corto. Si hay hijos, poner sillitas atrás es casi impensable, por no hablar de que no habrá hueco para el carro casi de ninguna forma. Lecturas para el Dani muy del futuro, quiero pensar. Mientras tanto, el Serie 2 Coupé puede ser una opción fantástica para quienes buscan un coche singular, diferente y que es raro ver por las carreteras. Su precio arranca en 49.000€ y se puede personalizar a gusto de cada uno. Para quienes lo de las dos puertas les suene poco convincente, BMW también vende una versión Gran Coupé de 4 puertas que es ligeramente más grande y que trata no de perder demasiado del carisma de este deportivo.

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