Foto: @aoyun_official Instagram.
Podría decirse que Ao Yun es el resultado de un sueño, el del grupo LVMH de querer elaborar un vino donde nadie antes lo intentó. Para ello buscaron una finca en un terroir único, cerca de la ciudad de Shangri-La, en las estribaciones del Himalaya. Un sueño o locura, pero con final feliz.
Y es que contra todo pronóstico, de las 314 parcelas de viñedo que casi alcanzan las 28 hectáreas, situadas a una altitud de entre 2200 y 2600 metros, nace un vino muy especial.
Ao Yun vio la luz en 2013 con una añada delicada, compleja, fresca, y elaborado a partir de las variedades de uva francesas Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc. Actualmente sus vinos poseen también Syrah, Petit Verdot y Merlot.
Los viñedos se encuentran repartidos entre los pueblos Adong, Shuori, Sinong y Xidang, a los pies de la montaña sagrada Meili. Se trabajan respetando las tradiciones de los agricultores de la zona que han ido adaptándose a las complicadas laderas de las montañas, realizando las labores exclusivamente a mano.
Las condiciones climáticas del terroir del que nace Ao yun son increíblemente buenas para el viñedo, incluyendo unas temperaturas que recuerdan a las de la famosa región de Burdeos.
Elegancia, armonía y complejidad pueden ser las mejores palabras que definan la esencia de Ao Yun. Un vino tinto que representa todo lo especial de su terroir. Muchísima frescura unida a unos taninos suaves y voluminosos, hacen de este vino toda una sorpresa, destacando su marcado final entre mineral y salado.
Su nombre significa “volar por encima de las nubes”, haciendo referencia a las nubes que coronan habitualmente las partes más altas de las montañas que componen el Himalaya. Quizás sea una premonición de lo que te hace sentir al degustarlo.
Ao Yun es único, de eso no cabe duda, pero gracias a su añada 2018 lo vuelve a demostrar. Y es que se ha convertido en el primer vino chino que se comercializa a través de la famosa Plaza de Burdeos, sistema de los más antiguos del mundo de venta de vinos. Porque, aunque se llame de Burdeos, no solo se venden vinos bordeleses.
Otros grandes vinos como el californiano Opus One o el italiano Solaia presentan sus nuevas añadas allí, junto a las recientes incorporaciones españolas Yjar 2017 (Telmo Rodríguez) y Vivaltus 2016 (Yllera).
La mitad del pequeño número de botellas que se elaboran de Ao Yun se vende a nivel local. Esto lo convierte en un vino muy exclusivo. ¿Te animas a probar el que quizás sea el mejor vino tinto de origen chino y alma bordelesa? El precio de la botella es de 275 euros y lo puedes encontrar en el Corte Inglés.
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