Biometano: La energía limpia y almacenable que puede descarbonizar España sin coste para los usuarios

El biometano es una tecnología madura y económicamente viable, que refuerza la independencia energética de España

The Luxonomist. 29/10/2025
(Foto: Freepik)

El gas renovable, especialmente el biometano, se está consolidando como una de las piezas clave en el presente y el futuro de la transición energética y la descarbonización en España. Es un tipo de energía que se obtiene a partir del tratamiento de residuos urbanos, agrícolas, ganaderos y agroindustriales, así como de la depuración de aguas residuales.

Al proceder de fuentes renovables, no genera emisiones netas de carbono y contribuye a reducir el impacto ambiental mediante la reutilización de desechos, fortaleciendo así la economía circular.

Biometano Naturgy (Foto: Naturgy)
(Foto: Naturgy)

Un producto con extraordinarias propiedades

El biometano en particular posee propiedades similares al gas natural, lo que permite su distribución a través de la infraestructura gasista ya existente sin necesidad de modificaciones. Esto lo convierte en una alternativa inmediata, sostenible y asequible para hogares, industrias, comercios y transporte.

Según un reciente estudio elaborado por Nedgia, la distribuidora de gas del grupo Naturgy, el 72 % de los usuarios considera que el gas renovable se adapta a sus necesidades y el 65 % lo ve como una opción diferencial frente a otras energías por su carácter continuo y no estacional.

De hecho, con solo el 30 % del potencial de biometano disponible en España sería posible descarbonizar todas las viviendas del país sin costes adicionales para los propietarios.

Biometano Naturgy (Foto: Freepik)
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Naturgy dispone de tres plantas de biometano

Naturgy lidera en España la apuesta por el desarrollo de este tipo de energía, tanto en la producción y distribución de biometano como en el impulso del hidrógeno verde. Actualmente, la firma dispone de tres plantas –una en Galicia y dos en Cataluña– que inyectan biometano a la red. Además, prevé sumar dos más en Valencia y Sevilla, alcanzando una producción anual de 104 GWh.

También ha firmado alianzas estratégicas con Hispania Silva y Bioeco Energías. Su objetivo es construir un mínimo de 20 nuevas plantas antes de 2030, con una capacidad conjunta superior a 3 TWh anuales. El equivalente al consumo de más de 600.000 hogares.

Estos proyectos evitarán la emisión de 450.000 toneladas de CO₂, equivalentes a la plantación de 49 millones de pinos.

(Foto: Naturgy)
(Foto: Naturgy)

Nedgia puede llevar gas verde a 5,5 millones de consumidores

El compromiso de Naturgy se extiende también al ámbito industrial mediante acuerdos con grandes empresas como AENA, Lecta e Inditex. Todo para suministrar biometano y facilitar su descarbonización sin pérdida de competitividad.

En el caso de AENA, el acuerdo incluye 83 GWh de gas de los cuales al menos 20 GWh serán biometano. Este se utiliza en la calefacción de terminales aeroportuarias.

La infraestructura gasista existente, gestionada por Nedgia (distribuidora de gas del grupo Naturgy), es otro pilar fundamental. Con más de 60.000 kilómetros de red en 10 comunidades autónomas, la compañía puede llevar gas verde a 5,5 millones de consumidores. Actualmente, tiene 13 plantas de biometano conectadas a su red y más de 290 proyectos identificados con capacidad para inyectar 10,7 TWh adicionales.

Biometano Naturgy (Foto: Naturgy)
(Foto: Naturgy)

El biometano es una tecnología madura

España es el tercer país europeo con mayor potencial de producción de biometano con 163 TWh anuales, según la asociación SEDIGAS. Sería suficiente para cubrir el 40 % de la demanda nacional de gas natural y evitar la emisión de 8,3 millones de toneladas de metano.

Además, su desarrollo podría ahorrar 4.000 millones de euros anuales en importaciones energéticas y generar más de 560.000 empleos directos e indirectos, especialmente en zonas rurales, donde se ubican la mayoría de las plantas y fuentes de residuos.

El biometano es, por tanto, una tecnología madura, almacenable y económicamente viable, que refuerza la independencia energética de España, impulsa la gestión sostenible de residuos y fomenta la creación de empleo verde.

Pese a ello, el sector aún requiere mecanismos de apoyo y regulación que aceleren su despliegue. Como ya ocurre en países como Francia, que pasó de 44 a más de 700 plantas entre 2017 y 2024.

Con el respaldo adecuado, España podría consolidarse como referente europeo en gases renovables, garantizando un sistema energético más limpio, competitivo y resiliente.

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