(Foto: Estée Lauder Facebook)
Estée Lauder Companies, multinacional norteamericana fabricante de marcas de renombre como Clinique, La Mer, Aramis o MAC, ha venido experimentando una notable volatilidad en los mercados. Si bien su cotización actual se acerca a los 60 USD, tras un repunte del 20 % desde el mínimo de 49,13 USD alcanzado en abril, aún se encuentra significativamente lejos de los 355,39 USD registrados en 2021.
Esta caída de más del 60 % en el último año refleja el impacto de las presiones macroeconómicas y los desafíos específicos del sector del lujo. Su capitalización bursátil, situada en torno a los 20 mil millones de euros, también ha sufrido una considerable contracción desde sus máximos históricos.
A pesar de este panorama complejo, los mercados han reaccionado favorablemente a la publicación de los resultados del tercer trimestre fiscal 2025, anunciados el 1 de mayo de 2025. Aunque la compañía reportó una disminución del 10 % en las ventas netas, alcanzando los 3.2 millones de euros. También una caída orgánica de las ventas netas del 9 %. El margen bruto experimentó un aumento significativo hasta el 75 %, impulsado por su plan de recuperación y crecimiento de beneficios.
La caída en ventas fue generalizada en todas las líneas de negocio, con la excepción de las ventas de fragancias, que experimentaron un ligero crecimiento del 1 % con descensos en los productos Clinique y Estée Lauder, contrarrestados por un fuerte crecimiento de las marcas más exclusivas, lideradas por Le Labo, impulsado por sus productos icónicos como Santal 33 y lanzamientos exclusivos como Osmanthus 19, que reflejan la capacidad de Le Labo para conectar con consumidores que buscan autenticidad y personalización.
No obstante, diversos factores continúan influyendo negativamente en el desempeño general de Estée Lauder. La desaceleración económica en China, un mercado crucial para el sector del lujo, el aumento de los costes logísticos y la inflación global han erosionado sus márgenes y flujos de caja.
A esto se suma la creciente competencia de marcas emergentes y la sólida presencia de gigantes como L’Oréal. La política arancelaria y la retórica proteccionista, a menudo referida como el efecto Trump, también han intensificado los desafíos para la industria del lujo en su conjunto, afectando tanto a líderes como LVMH como a Estée Lauder.
El futuro para Estée Lauder se presenta algo complejo, con la debilidad del mercado chino, la incertidumbre económica en Estados Unidos y la intensa competencia como principales obstáculos. Sin embargo, su fuerte posicionamiento en segmentos clave como el cuidado de la piel y la implementación de estrategias de producción local, ofrecen una perspectiva de recuperación.
Los inversores deberán seguir de cerca la evolución de las negociaciones comerciales y los informes de los siguientes resultados trimestrales -la compañía espera retornar en 2026 a la senda del crecimiento-, evaluando niveles técnicos relevantes, como el soporte en los 50 USD, para identificar posibles oportunidades en un sector actualmente bajo presión.
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