Así afecta el acuerdo arancelario entre la UE y Estados Unidos al sector del vino
Estados Unidos es el segundo mayor destino de exportación y el primero en el caso de los vinos espumosos, representando aproximadamente un 13% de las ventas exteriores totales.
El acuerdo arancelario entre Estados Unidos y la UE que impone una tasa general del 15 % preocupa, y mucho, al sector vitivinícola español. Este país supone uno de los grandes mercados para los vinos españoles. Por ello, el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV), del que forma parte la Federación Española del Vino (FEV), ha exigido que se aplique el “cero por cero” arancelario.
Desde España, el director general de la FEV, José Luis Benítez, ha recordado que en 2024 Estados Unidos fue el primer mercado para los vinos envasados españoles, tanto tranquilos como espumosos. Es “vital” para el sector eliminar el arancel general del acuerdo marco, del 15 %. Este podría lastrar el comercio con este país hasta en un 10 %, según los primeros cálculos.
Los aranceles sobre el vino afectan a la UE y también a Estados Unidos
De hecho, este sería un problema añadido. Pues al arancel habría que sumarle la variación en el tipo de cambio entre el dólar y el euro, que actualmente es del 15 % también. Generaría daños a largo plazo en la cuota de mercado, en el margen de las empresas que sigan comerciando con EE.UU. y en las relaciones comerciales en general.
Además, Marzia Varvaglione, presidenta del CEEV, ha recordado que el vino aporta grandes beneficios tanto a empresas europeas como estadounidenses. La idea de eliminar aranceles a ambos lados no es solo una postura europea, ya que el sector estadounidense ha sido firme defensor de proteger este intercambio.
Esto se debe a que las empresas estadounidenses involucradas en toda la cadena de suministro también se verían seriamente perjudicadas. Por cada dólar que los europeos ganan vendiendo vino en EE. UU., los sectores estadounidenses de distribución y hostelería generan 4,50 dólares. Preservar este comercio es una prioridad compartida del sector a los dos lados del Atlántico.
Implicará un aumento de precios y una bajada del consumo
Según los datos de la FEV, Estados Unidos es el segundo mayor destino de exportación en general y el primero en el caso de los vinos espumosos. Representa aproximadamente un 13 % de las ventas exteriores totales. De forma que, en 2024, se exportaron 97 millones de litros por un valor de alrededor de 390 millones euros.
Por tanto, la aplicación del acuerdo arancelario supondría no solo una pérdida de competitividad para las bodegas. También un aumento de precios para el consumidor estadounidense, pues consumen más vino del que producen.
Además, estos aranceles supondrían un gran perjuicio, sobre todo, a las pequeñas bodegas, que suponen el 99 % del tejido productivo. Tienen menor capacidad para diversificar sus exportaciones y tienen menor capacidad económica para afrontar situaciones complicadas.