(Foto: Christie’s)
A excepción de Basquiat, la gran mayoría de artistas afroamericanos no gozan de especial interés para inversores y coleccionistas de arte. Algo que parece haber cambiado en los últimos años, pero que sigue siendo un riesgo para algunas salas de arte. No es de extrañar por tanto que cuando un cuadro de Basquiat sale a subasta, el interés se dispara.
Eso ha pasado en la subasta de primavera de Christie’s realizada en Nueva York, donde se acaba de vender un cuadro de Basquiat por algo más de 23 millones de dólares. Una pintura titulada Baby Boom, realizada por el artista en 1982.
(Foto: Christie’s)
Un año muy especial para el artista y en el que realizó algunas de sus obras más cotizadas. Ese año fue cuando se le empezó a relacionar sentimentalmente con Madonna, que le acompañó años más tarde a varias de sus exposiciones.
El precio se encuentra en la parte baja de la horquilla estimada por la sala para esta pintura. Se había fijado un precio estimado para el mismo de entre los 20 y los 30 millones de dólares. Aún se recuerda la subasta en 2017 de una obra sin título pintada por Basquiat en 1982 y por la que se pagaron 110,5 millones de dólares. Precio cercano a los 93,1 millones de dólares que se pagaron en mayo de 2021 por otro cuadro suyo, llamado En este caso, que pintó en 1983.
Isabella Lauria, directora de ventas de arte del siglo XXI de Christie’s, afirma sobre la millonaria pintura subastada que “las tres figuras que aparecen en esta obra representan al artista junto a sus padres, adornados con coronas a modo de halo. Con un aire a retablo renacentista de tres paneles, Baby Boom es la reflexión de Basquiat sobre el linaje familiar, la realeza y la espiritualidad”.
Baby Boom ya estuvo en venta en 2017 y por aquel entonces se ofrecía por 30 millones de dólares. Una cantidad que finalmente no se ha alcanzado. En esta misma subasta, otra pintura de la artista sudafricana Marlene Dumas, titulada Miss January, se vendió por 13,6 millones de dólares.
En abril de 1988, Jean-Michel Basquiat se retiró a su casa de Hawái para liberarse se sus adicciones a las drogas. Cuando regresó a Nueva York a principios de verano, aseguró que estaba curado y que iniciaba una nueva era. Pero apenas unas semanas después, el 12 de agosto, fallecía a los 27 años por una sobredosis de heroína. Dejó un legado de unas 160 obras pictóricas.
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