Seamos realistas. A muchas madres les apasiona el vino… pero les regalamos un bolso o una botella de colonia. Pues no. Las posibilidades son infinitas y siempre, deliciosas. Vamos a repasar varias opciones para celebrar ese días tan especial de una forma diferente.
La Sonrisa de Tares es un Godello de Dominio de Tares en el Bierzo, León. Afrutado y refrescante, La Sonrisa es el último trabajo de esta bodega que siempre nos sorprende con joyas líquidas.
Izadi Larrosa Blanca es una deliciosa garnacha blanca elaborada en La Rioja donde no solo hay excelentes tintos sino que también los blancos se convierten en objeto de culto.
Hacienda Lopez de Haro, también de Rioja pero este elaborado principalmente con Viura y Malvasia por Vintae y su cuadrilla de locos por el vino que no dejan de sorprender. Bendita locura
La Calma de Can Rafols dels Caus en Penedes. Es un vino con la elegancia y estructura propias de los grandes blancos. Un verdadero placer elaborado con la variedad Chenin.
Finca Las Caraballas de Castilla y León. Está elaborado con Verdejo pero con rollito ecológico. Una delicia y totalmente atípico para quienes piensan que todos los verdejos son iguales. Ni hablar.
Y sí. Efectivamente hay muchas más opciones: espumosos, tintos, rosados, dulces, generosos y un largo etcétera que harán las delicias de las mamás winelovers más exigentes. Os queremos mamás.
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