Inditex echa el cierre en Rusia a consecuencia de la guerra

La guerra en Ucrania no marcha para Rusia, ni mucho menos, según los planes iniciales de su presidente Vladimir Putin. Y es que en estos momentos tiene lugar la mayor escalada bélica desde el comienzo de su brutal invasión. Mientras el presidente ucraniano es elogiado y aplaudido, y Occidente atiende a los refugiados abriéndoles sus puertas, prosiguen las sanciones contra el régimen de Putin, el gran repudiado del conflicto.

En este contexto se ha entrado en una nueva fase de la guerra en la que el gobierno ruso trata de compensar la recuperación por parte del ejército ucraniano. Éste ha avanzado en dos semanas como no lo pudo hacer en siete meses, prosperando a pasos colosales, sobre todo en el noroeste. Allí ha reconquistado ciudades valiosas como Kúpiansk o Izium, que habían sido verdaderas plataformas logísticas para los atacantes rusos.

Pues bien, con el regreso de los ucranianos a dichas ciudades, lamentablemente, han salido a la luz varias fosas comunes masivas. La súbita superación de Kiev respaldada en gran parte por el empleo de armamento sofisticado obtenido de los aliados occidentales, ha precipitado decisiones de incalculables consecuencias para Vladimir Putin.

Consecuencias para Putin

En primer lugar, pretendiendo desnivelar la balanza desde el extremo político al proyectar una serie de referéndum unilaterales e ilegales sobre la soberanía de Donetsk, Lugansk y otras dos regiones ucranianas a orillas del Mar Negro. Y en segundo lugar, movilizando a más de 200 mil reservistas sin apenas conocimientos militares, porque necesita acuciantemente tropas ante las miles de bajas ya producidas por esta invasión. Se trata de reclutas que únicamente han cumplido el servicio militar obligatorio, algunos hace ya mucho tiempo. Cientos de miles de jóvenes rusos han abandonado el país ante el peligro de ser llamados a filas.

Las últimas noticias indican que se va librar una gran batalla para que las tropas ucranianas reconquisten el vital enclave de Jerson ubicado en una de las regiones ilegalmente anexionadas por Rusia. Las autoridades prorrusas de dicha ciudad instaron a los que quedaban en el norte de la provincia a abandonar inmediatamente la zona ante el avance de la contraofensiva de Kiev.

Acuerdo de Inditex con el grupo Daher

En este contexto bélico que parece que permanecerá largamente enquistado, la guerra económica entre Rusia y los aliados de Ucrania se agrava. Lo hace con consecuencias negativas para los antiguos compradores del gas ruso y con fuertes sanciones para el invasor.

Sirva como ejemplo la huida de Rusia de multitud de compañías multinacionales, incluyendo a las principales del retail de la moda. Entre ellas Inditex, que ha firmado un acuerdo preliminar para vender sus activos en la Federación Rusa a Daher. Este grupo está  ubicado en Emiratos Árabes Unidos y cuenta con una amplia presencia en Rusia en los segmentos minorista e inmobiliario.

La operación, que se encuentra en revisión administrativa preliminar, permitirá salvar una parte importante de los puestos de trabajo creados por Inditex en Rusia.

En el mercado ruso la corporación de moda contaba con más de quinientas tiendas y el número de empleados es de aproximadamente 9.000. Antes de la suspensión de sus actividades anunciada el 5 de marzo de este año, el mercado ruso aportaba a Inditex cerca del 8,5% del beneficio del grupo, así como casi el 5% de sus ventas totales.

En términos de ventas, Rusia fue el primer mercado después de España para Inditex. Asimismo, en los mercados de Ucrania y Bielorrusia, donde la actividad del grupo continúa suspendida por el momento, Inditex cuenta con 85 y 13 tiendas respectivamente. En los últimos meses muchos actores globales de la industria de la moda han cedido sus tiendas rusas a franquiciados locales. En concreto, entre las empresas españolas, lo hicieron Mango y Tous.

Uniqlo también prepara su salida definitiva

El minorista japonés Uniqlo fue de las multinacionales más reacias a abandonar sus operaciones en Rusia. El motivo fue Tadashi Yanai, director ejecutivo de Fast Retailing (cadena minorista propietaria de Uniqlo) que dijo tras el estallido de la guerra que “la ropa es un bien de primera necesidad y la gente de Rusia tiene el mismo derecho a vivir que nosotros”. Unas muy polémicas declaraciones ya rectificadas, pues la compañía  acaba de  notificar al personal de la empresa que está preparando cierres parciales de sus tiendas rusas y que planea el cierre total de su actividad en el país.

No se sabe aún el número exacto de tiendas que se planea reducir a corto plazo, pero según la página web de la compañía, al menos dos puntos de venta ya han sido cerrados en Rusia, quedando abiertas 48 a finales de septiembre. Los rumores entre consultores del mercado inmobiliario del entorno donde trabaja Uniqlo ya están hablando del inminente cierre total.

H&M abandonó Rusia este verano

A diferencia de lo que hizo Uniqlo, el 2 de marzo de 2022, al poco tiempo del comienzo de la invasión de Ucrania,  el Grupo H&M detuvo todas las ventas en Rusia. Dados los desafíos operativos actuales y un futuro impredecible debido a las dificultades de la situación geopolítica del país, decidió en julio de este año iniciar un proceso de liquidación de su negocio ruso.

H&M Group que operaba en Rusia desde 2009, lamentaba que el negocio no pudiera continuar en las circunstancias actuales y que, en consecuencia,  muchos empleados y proveedores se viesen afectados. Además, tuvo grandes palabras de agradecimiento hacia sus clientes por su apoyo a lo largo de todos estos años de actividad. Esta decisión ha lastrado sensiblemente a la cuenta de resultados del grupo

“El tercer trimestre se ha visto afectado en gran medida por nuestra decisión de pausar las ventas y luego cerrar el negocio en Rusia. Esto ha tenido un efecto significativo en nuestras ventas y rentabilidad, lo que explica la mitad de la disminución de las ganancias en comparación con el tercer trimestre del año pasado”, acaba de indicar la compañía, en el comunicado de presentación de sus últimos resultados.