Porsche se derrumba: su beneficio cae un 95,7% hasta septiembre
La compañía ya prevé pérdidas de hasta 1.800 millones de euros
Corren malos tiempos para uno de los principales fabricantes de coches de lujo. Porsche acaba de presentar sus cuentas hasta septiembre y el resultado es un desplome de beneficios del 95,7%. Ha sido tras ganar únicamente 125 millones de euros frente a los 2.765 millones de euros que registró a finales de septiembre de 2024.
Durante el periodo, tal y como ya había avanzado la marca, la facturación se redujo un 6%, hasta los 26.864 millones de euros. De ellos, 23.833 millones de euros correspondieron a su división de automóviles, la cual ha retrocedido también un 8% en términos interanuales.
Las principales razones de la caída de ventas “siguen siendo las difíciles condiciones del mercado. Especialmente en el segmento de lujo y la intensa competencia en el mercado chino“, ha argumentado la compañía.
Perspectivas para el futuro
Además, la empresa ha anunciado sus perspectivas para el final de 2025 en el que reconoce que el cambio de estrategia hacia una electrificación de sus modelos para el inicio de la próxima década les va a generar pérdidas en el balance final. Será fruto de los costes de “la reestructuración de la estrategia de producto hacia más vehículos con motores de combustión e híbridos enchufables”.
En concreto, ha vaticinado unos gastos extraordinarios totales de hasta 3.100 millones de euros para el ejercicio 2025. Además de unas pérdidas operativas de hasta 1.800 millones de euros.
Porsche estudia cómo salir del agujero
El fabricante alemán se encuentra desde hace meses estudiando una reducción de costes. De hecho, ya anunció en el mes de marzo un recorte de plantilla de 1.900 empleados para 2029 en los centros alemanes de Zuffenhausen y Weissach. Lo que supondrá una reducción total del 15% de su plantilla.
Además, hace tan solo unos días anunció el nombramiento de Michael Leiters, ex-director ejecutivo de McLaren, como nuevo consejero delegado. Entrará en la compañía a partir del 1 de enero, relevando a Oliver Blume.
No obstante, este cambio no afectará al actual rol de Blume en el Grupo Volkswagen. La firma asegura que continuará como consejero delegado una vez arranque el próximo 2026 poniendo fin a su actual doble función en la compañía.
