Maldivas: tips para visitar el destino “terapia” que se quedará en tu memoria para siempre
Si estás pensando en viajar a Maldivas debes tener en cuenta algunas cosas prácticas y saber que es un país perfecto como colofón a un viaje de descubrimiento o como destino en sí mismo. La paz de sus islas y el azul de su mar no te dejarán indiferente.
Hay destinos que dejan una huella imborrable en quien los visita y Maldivas, sin duda, es uno de ellos. Sus aguas claras y llenas de vida, sus playas desiertas de arena blanca, el constante rumor del mar, la exclusividad de sus hoteles…
Todo ello no solo favorece la evasión y el deleite con mayúsculas; también es una terapia profunda para el cuerpo y la mente que se queda en la memoria del viajero para siempre. Como ese recuerdo de infancia que te hace sonreír o esa canción favorita que escuchas a todo volumen cuando tienes un mal día.
Así que si estás preparando un viaje a Maldivas o piensas en visitar el país en algún momento debes saber que es un lugar de descanso, sí, pero también de descubrimiento, autocuidado y diversión.
Porque todas estas cosas se conjugan mágicamente en sus pequeñas islitas donde la vida sucede despacio, con esa grata cadencia que te envuelve como el omnipresente vaivén del mar.
Sensaciones nada más llegar
Nada más bajar del avión en el aeropuerto de Malé, las revoluciones bajan. No hay taxis esperando en varias filas, ni un tráfico ensordecedor. Solo muelles a los que acuden pequeños tiburones con ganas de atención y de los que parten las lanchas rápidas que llevarán a cada viajero a su hotel.
Porque raro es quien se queda en la superpoblada capital del país en la que más de 260.000 personas conviven en una isla de 8,3 kilómetros cuadrados. A ella acuden los trabajadores de las islas en sus días libres para disfrutar del ocio local, pero las bondades de Maldivas para los turistas están más allá.
Concretamente en los alrededores y las 203 islas habitadas de las casi 1.200 que componen el archipiélago.
La mayoría de ellas están “ocupadas” por exclusivos resorts que sirven de hogar al viajero durante su estancia.
La importancia del hotel
Así que lo primero importante que hay que hacer antes de viajar a Maldivas es elegir bien el hotel. Porque toda la vida y el ocio de la estancia sucederá en sus instalaciones o se gestionará desde ellas.
De esta forma, hay hoteles especialmente exclusivos, como Varu by Atmosphere, que priman el lujo y la privacidad; o con un perfil más “abierto” y una oferta más animada como el Oblu Experience Ailafushi (de los que hablaremos más adelante).
Lo habitual es que las estancias sean en régimen de “todo incluido” porque en las islas no hay nada salvo las instalaciones de cada hotel. Ni tráfico rodado, ni pueblos que visitar o supermercados donde comprar. Eso sí, siempre hay posibilidad de personalizarlas o de añadirles todo tipo de actividades, excursiones o extras en función de las necesidades y los gustos de cada cual.
Qué hacer en Maldivas dentro y fuera del hotel
Entre las actividades más comunes y demandadas de Maldivas están hacer snorkel más allá de los arrecifes, pescar como los autóctonos, ver el atardecer desde el mar, nadar con tiburones o bucear. Y luego están las que se viven dentro de los hoteles y tienen que ver, sobre todo, con la gastronomía y el bienestar.
En cualquier caso, todas redondean el deleite que proporcionan sus alojamientos, sean villas overwater (sobre el mar) o beach villas (a pie de playa). En ambas basta ponerse las gafas de snorkel para disfrutar de las aguas cálidas del Índico y de su maravilloso y rico fondo coralino.
De hecho, los peces de colores, las tortugas, las mantarrayas e incluso los tiburones pequeños nadan libremente debajo de las cabañas o a pocos metros de la costa. Lo que significa que cualquiera, sin necesidad de alejarse de la orilla o de su propia habitación, puede empaparse de la preciosa y llamativa riqueza marina “sin despeinarse”.
Tips para la maleta perfecta
Y si hablamos de peinarnos, la maleta para Maldivas debe ser sencilla y veraniega, ya que la temperatura durante todo el año oscila entre los 26 y los 31 grados incluso de noche.
La ropa de manga larga o el zapato cerrado es recomendable para el avión, pero nada más. Una vez en “tu isla” los pareos, los bañadores y las chanclas serán lo que más te pongas.
Igualmente llevar unas cangrejeras para evitar el contacto con los corales en las zonas de poca profundidad puede ser una buena idea. Aunque en los hoteles disponen de préstamo de aletas y gafas, tanto para uso particular durante la estancia como para las excursiones.
Hay que tener en cuenta que al tener un clima tropical, es normal que llueva, sobre todo en la estación húmeda (de mayo a octubre). En cualquier caso son lluvias monzónicas, cortas y cálidas, para las que los resorts suelen estar preparados. Tienen paraguas a disposición de los huéspedes en las puertas de sus villas o chubasqueros de cortesía en los armarios de las habitaciones.
Qué llevar sí o sí
Sí es recomendable viajar con repelente de mosquitos “por si acaso” porque son abundantes en algunas islas; e imprescindible la protección solar. La cercanía con el ecuador hace que los rayos del sol sean especialmente dañinos para pieles caucásicas como las nuestras. Y es mejor llevar de sobra que comprarla allí a precio estelar.
Porque comprar cualquier cosa en Maldivas no es sencillo… ni barato. La oferta se limita a las tienditas de los hoteles y las del aeropuerto de Malé donde puedes encontrar souvenirs y alguna pieza de artesanía como esteras o figuras de madera. En cualquier caso deberás pagar con dólares americanos, porque aunque la moneda oficial del país es la rupia maldiva, la utilizan solo los locales.
Huelga decir que lo de las compras es un tema irrelevante, ya que lo esencial del viaje lo llevarás en tus recuerdos y no en la maleta de vuelta. Hablamos de las sensaciones, vivencias y el profundo bienestar que solo este paraíso tranquilo de aguas limpias puede dar…