Oblu Experience Ailafushi, el resort con restaurante submarino para vivir Maldivas en familia
Nada le falta a este resort pensado para disfrutar de la magia de Maldivas en pareja o en familia. Un lugar diferente, divertido y también magnético donde vivir una estancia completa y única.
No hay duda de que Maldivas es un paraíso natural para descansar y entregarse a las bondades del mar. La mayoría de los viajeros que visitan algunas de sus paradisíacas islas son parejas, pero eso no significa que el país esté cerrado al turismo familiar: al contrario. Hay hoteles que se lo ponen muy fácil a padres con niños e incluso preadolescentes, por su carácter distendido y su amplísima oferta de actividades. Como el Oblu Experience Ailafushi de Atmosphere Hotels & Resorts que hemos tenido la fortuna de visitar.
En realidad, el hotel está pensado para el disfrute con mayúsculas de huéspedes de cualquier perfil. Porque quien busca tranquilidad y privacidad la tiene; y quien busca descanso con una chispita de animación, también.
La experiencia en Oblu Experience Ailafushi
De las más de 1.200 islas que componen el archipiélago de Maldivas, unas 200 están habitadas por locales y unas cien, como Ailafushi, están ocupadas por resorts. Situada a una media hora en lancha rápida al norte del aeropuerto de Malé, su superficie se divide en una isla “grande” de unos 3 kilómetros cuadrados y otra pequeñita comunicada con la anterior por una pasarela de madera que acoge un parte del resort más exclusiva y privada.
En ambas el hotel ofrece estancias de todo incluido con planes personalizados según los gustos y necesidades de cada huésped.
Todos están pensados para multiplicar la sensación de libertad y desconexión que ofrece la isla. Un paraíso rodeado de increíbles aguas azul turquesa, flanqueado por palmeras y mecido por el omnipresente sonido del mar.
Alojamientos para todos los gustos
El resort cuenta con varios tipos de alojamiento, todos acogedores, con un estilo minimalista tropical y materiales sostenibles.
Las más llamativas son las coquetas overwater villas con terraza y bajada directa al mar en las que nada falta y nada sobra. Su punto fuerte, además de su privacidad, es que basta ponerse las gafas de snorkel para sumergirse en el agua y dejarse seducir por la riqueza del arrecife.
De hecho, los peces de colores son habituales en los alrededores de estas villas situadas en pilares sobre el océano. Y no es raro ver incluso tiburones de puntas negras nadando por las playas que rodean el resort.
El otro tipo de alojamiento de Oblu Experience Ailafushi son las casitas con dos habitaciones y salida directa a la playa pensadas para familias, especialmente confortables y funcionales.
Para combinar disfrute y relax con niños, las instalaciones cuentan con un espectacular kids club con piscina, juegos de exterior, comedor, sala de siesta y una amplísima oferta de juegos educativos y creativos.
A este se suma un paraíso para chicos y chicas mayores con pantalla de cine, videojuegos, música y entretenimiento acorde a su edad. Un auténtico refugio donde los adolescentes y preadolescentes pueden descansar de sus padres -y viceversa- y aislarse de la vibra del resort si así lo desean.
Animación o tranquilidad en el hotel
Porque la vida en el resort puede ser lo tranquila o animada que cada uno quiera. Quien prefiera disfrutar de la tranquilidad de su salida privada a la playa o su terraza sobre el mar puede hacerlo, entregándose a las bondades que proporciona oír únicamente el rumor del océano.
El mismo que se oye en las instalaciones de su spa Ele|na (elements of the nature), uno de los más grandes de Maldivas. Un espacio zen con ocho salas de tratamiento, salón de belleza y zona de relajación con vistas al mar donde utilizan productos ecológicos elaborados en el país.
Por el contrario, quien quiera combinar el relax con la diversión lo tiene igual de fácil. Porque la zona del bar (X360), junto a la piscina y la playa principal, siempre tiene algo que ofrecer.
Como clases de aquagim, partidos de voley sobre la arena o un gran tobogán para los más atrevidos. Además de una barra libre de bebidas todo el día o animadas sesiones de música en directo por la noche.
Hay opciones para todos los gustos y compatibles 100% con los ratos de sol y snorkel que el entorno invita a disfrutar en cualquier momento.
Todo, claro, sin contar la extensa lista de actividades fuera de la isla que Oblu Experience Ailafushi tiene a disposición de sus huéspedes para completar su estancia.
Como el snorkel al lado del arrecife, el buceo con bombona, el nado con tiburones o tortugas, y los cruceros al atardecer. Incluso proponen excursiones para conocer alguna de las islas locales o la superpoblada capital, Malé.
Deliciosa gastronomía internacional
Así, hay quien deseará exprimir al máximo el resort y quien se deje seducir por las inmensas oportunidades que ofrecen las actividades en el mar. A lo que no podrá resistirse nadie es a los restaurantes del complejo, fiel reflejo de la internacionalidad de su amable y atento staff y de sus huéspedes.
Porque desde el gigantesco buffet (La Promenade) hasta su restaurante submarino (sí, has leído bien) pasando por el coqueto Copper Pot situado sobre la arena o el elegante Element X, todos los espacios dedicados a la gastronomía son templos de deleite y descubrimiento a prueba de fronteras.
En ellos hay desde comida maldiva a platos y recetas típicas de países asiáticos como India, Sri Lanka o Tailandia; pasando por opciones internacionales como mediterráneas o centroeuropeas.
La langosta o el pescado a la brasa son habituales en las cartas o las opciones del buffet, tan variadas en los momentos de lunch o cena como en el desayuno.
El restaurante submarino de Oblu Experience Ailafushi
Pero sobre todos los restaurantes hay uno que destaca sobre los demás. Se llama Only Blu under ocean restaurant y es especial no solo porque su oferta gastronómica sea una maravilla, sino porque está situado bajo el mar.
Según palabras del manager del hotel, es el restaurante submarino más grande de Asia y se encuentra entre los más grandes del mundo.
Un lugar especial que ofrece la oportunidad de vivir una experiencia absolutamente única y apta para público de todas las edades. La de ver a los peces y tiburones en su hábitat natural y a escasos centímetros mientras cenas. Todo sin miedo a molestarles y sintiendo, por un rato, la magia de vivir bajo el mar.
Porque el omnipresente mar es el que lo rige todo en este magnífico hotel con opciones para todo tipo de viajeros. El que todo lo toca, el que se te queda en la memoria y el que, cuando dejes Maldivas, querrás volver a ver.