Foto: Gtres.
Cualquier tiempo pasado fue mejor. Esa es la frase que los estilistas de las celebrities parecen haber adoptado en el último tiempo. Y es que cada vez es más habitual ver a actrices, cantantes o modelos lucir diseños que hicieron historia en los años 80, 90 ó 2000. De hecho, en las últimas semanas los diseños vintage parecen haberse adueñado de los armarios de Bella Hadid, Jenna Ortega y Kendall Jenner, que han recuperado tres looks icónicos y que todos recordamos.
Si tuviéramos que nombrar a una reina de la moda vintage, la corona sería sin ninguna duda para Bella Hadid. La modelo fue una de las primeras en sumarse a la tendencia de recuperar diseños pasados de grandes firmas y darles un aire más actual. Así la vimos durante años en el Festival de Cannes, pero también lo ha hecho con sus looks del día a día.
Este fin de semana ha vuelto a apostar por la moda vintage para presentar en Londres su firma de perfumes Orabella. La modelo apareció en el evento de presentación con un bonito vestido confeccionado en una especie de malla plateada brillante, de tirantes y con un marcado escote en V, que termina en una falda de bajo asimétrica decorada con volantes y flores.
El vestido es una pieza de archivo de John Galliano, que vio por primera vez la luz en el desfile de otoño de 1997. Un vestido que antes que Bella Hadid lució la modelo y actriz Milla Jovovich ese mismo año para acudir a la alfombra roja de Cannes y presentar su película El quinto elemento.
También de John Galliano pero para Dior es el vestido que Jenna Ortega escogió para el estreno de su última película Hurry Up Tomorrow en Nueva York. En este caso hablamos de un diseño que todos identificamos y recordamos porque apareció en la icónica serie de Sexo en Nueva York.
Su protagonista, Carrie Bradshaw, lo lució en el capítulo 17 de la tercera temporada, en la famosa escena en la que pide perdón a Natasha, mujer de Big, por haberse acostado con su marido. Una escena icónica en la serie y que hizo icónico a este vestido.
Hablamos de un diseño de la colección otoño/invierno 2000/2001 de Dior de tirantes, con escote cascada, ajustado al cuerpo y con falda de bajo asimétrico, en el que destaca su estampado de páginas de periódico.
Kendall Jenner apostó por la tendencia de la moda vintage para el after party de la Gala MET. Tras deslumbrar con un traje gris de Torishéju en la alfombra roja, la modelo se cambió para lucir un espectacular vestido de archivo de Mugler.
Kendall se decantó por la sensualidad y la elegancia de un traje dos piezas confeccionado en lana de color negro, compuesto por una chaqueta entallada y de escote estructurado, a juego con una falda lápiz. Un diseños que pertenece a la colección otoño/invierno 1999-2000 de Mugler y con el que la modelo estaba especialmente favorecida.
Completó su propuesta con un sombrero de ala ancha, imitando el look que lució la modelo sobre la pasarela en 1999. Y como zapatos unos sofisticados salones negros.
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