Foto: Viktor & Rolf
La ciudad del Sena ha vivido esta semana una de las citas más especiales del año. Desde el 7 y hasta el 10 de julio los grandes de la moda han sacado la artillería pesada y han presentado sus creaciones de Alta Costura para la próxima temporada otoño-invierno 25/26 en París.
Ha sido una edición especialmente esperada por los cambios sucedidos recientemente en las direcciones creativas de las grandes casas de moda. Así, Glenn Martens ha debutado con Maison Margiela después de que fuera nombrado sucesor de John Galliano; y Balenciaga ha presentado lo último de Demna Gvasalia con la firma antes de Gucci.
Uno de los grandes ausentes ha sido Dior, cuyo nuevo director creativo, Jonathan Anderson, esperará a enero para estrenarse en la Alta Costura. Y el otro Jean Paul Gaultier, con Duran Lantink al frente, que estrenará puesto en octubre.
Sin embargo, otras grandes firmas han dejado claro por qué están en el top del ideario fashion internacional. Mientras Chanel, Zuhair Murad y Elie Saab (entre otras) han seguido sus líneas con colecciones elegantes y refinadas; otras como Schiaparelli, Stéphan Rolland o Viktor & Rolf se han salido del guion con las propuestas más arriesgadas y llamativas de esta Semana de la Alta Costura de París. Las repasamos.
Uno de los desfiles más esperados por su originalidad fue el de Schiaparelli, y no defraudó. Bajo el título ‘Vuelta al pasado’ la maison rindió homenaje a la década de los años 40. Un periodo en el que Elsa Schiaparelli cambió París por Nueva York comenzando un periodo que revolucionó la moda.
Entre sus propuestas, los trajes de chaqueta se mezclan con las faldas clásicas al tiempo que los volúmenes y las transparencias van dando paso a los looks más futuristas y originales.
El más llamativo, un vestido largo de satén rojo con efecto trampantojo, de manga corta, con pechos moldeados en la parte posterior. La modeló lo lució con un collar con forma de corazón humano con pedrería y pulsaciones mecánicas.
El negro, los brillos plateados, el rojo y los cortes geométricos fueron los protagonistas del desfile de Stéphan Rolland. Una propuesta elegante, con líneas limpias y grandes detalles cut out en la que también hubo hueco para la transgresión y la originalidad.
El diseñador tiró de imaginación con varios looks con volúmenes, líneas curvas y brillos dorados, además de un llamativo abrigo blanco de cachemir blanco bordado con ramas de silicona negra. Y para cerrar el desfile confió en su musa y gran amiga, Nieves Álvarez, que lució un vestido de novia de seda blanca con cúpula dorsal bordada en oro.
Uno de los desfiles más esperados de la Semana de la Alta Costura de París era, sin duda el de Balenciaga. Después de diez años marcando tendencia, la firma ha dicho adiós a su director creativo, Demna Gvasalia, quien se ha ido de la marca por la puerta grande.
Sus propuestas viajan del blanco al negro con giros a la pata de gallo o incluso a las flores, con hombreras marcadas y siluetas especialmente femeninas. Entre ellas destacan los trajes sastre sobredimensionados, así como las pieles o los bolsos estilo años 40.
Y por encima de ellos, sus protagonistas, ya que Gvasalia ha confiado para presentar sus diseños con varias de sus musas y amigas personales, como Isabelle Huppert, Naomi Campbell, Eva Herzigova o Kim Kardashian.
Los diseñadores Viktor & Rolf nos recordaron con su desfile que la Alta Costura es espectáculo, atrevimiento y originalidad. Sus propuestas sobre la pasarela, con el color negro como protagonista, estuvieron llenas de volúmenes y siluetas indefinidas que hicieron soñar a los espectadores.
Entre ellas, destellos de color y brillo con una predominancia por las plumas que, según explican, “no solo embellecen, sino que definen”. Y ellos las transforman en la arquitectura misma de la colección.
Otro de los grandes que desfilaron ayer en el Semana de Alta Costura de París con un alto nivel de expectación fue Maison Margiela. La firma estrenaba a Glenn Martens como director creativo y por supuesto, dejó a todo el mundo con la boca abierta. Su colección tomó el nombre de ‘Artisanal 2025’ y fue una exploración de la moda como escultura emocional, teatral y conceptual.
Las modelos – muchas de ellas con los rostros cubiertos- protagonizaron una auténtica performance visual. Lucieron diseños con volúmenes y texturas como plásticos, tejidos metalizados y organzas que no dejaron a nadie indiferente.
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