Foto: Roman Shilin Unsplash.
El verano es una de las épocas del año más duras para nuestras joyas. El cloro de las piscinas, la sal del mar, el sudor, los cosméticos o los rayos del sol pueden afectar a su brillo y acelerar su deterioro. Y es que aunque tengamos joyas de oro o plata buena, son piezas muy delicadas, y ciertos agentes externos pueden dañarlas hasta el punto de que sean irrecuperables.
Así que si quieres cuidar tus joyas y alargar su vida lo máximo posible su vida, te presentamos una guía para cuidarlas y limpiarlas correctamente.
La regla de oro para cuidar tus anillos, pendientes, pulseras o collares en verano es quitártelas siempre antes de meterte en la piscina o darte un chapuzón en el mar. Ciertos compuestos, como por ejemplo el cloro, pueden decolorar tus joyas e incluso debilitar su estructura, haciendo que con el paso del tiempo se estropeen.
Lo mismo sucede con el sudor. Por ejemplo, en el caso de la plata, ésta puede oscurecerse o empañarse, perdiendo su brillo original.
El verano es una época del año en la que tiramos más de cremas, aceites y lociones corporales, productos que pueden tener compuestos que con el tiempo pasen factura a las joyas. Por ello, lo ideal es evitar el contacto directo con ellas. Lo ideal es aplicarte todos los cosméticos que necesites y una vez la piel los haya absorbido, te pongas las joyas.
En caso de que hayas decidido quitártelas, debes saber que no basta con dejarlas a la vista encima de una mesa. La joyas deben guardarse en un lugar fresco y seco para evitar que se deterioren. En el caso de la plata, ésta se puede oscurecer si tiene un contacto prolongado con el aire. Mientras que al oro, si es una aleación, pueden aparecerle manchas.
Además, es importante que las guardes por separado u ordenadas en un joyero para evitar enredos y que puedan arañarse entre ellas.
En caso de que tus joyas hayan sufrido ya algún daño y quieras limpiarlas, Tania Candela, fundadora de la firma de joyas famaraspirit, nos cuenta cómo hacerlo.
“Si tu joya está hecha de plata pulida o plata oxidada, solo necesita ser frotada con un paño suave”, asegura. “Aunque también puedes limpiarlas suavemente con un cepillo de dientes blando y agua tibia con jabón”.
Mientras que “para piezas con acabado cepillado, baño de plata pura o Gold Vermeil, coloca un trozo de papel de aluminio en un recipiente, espolvorea una cucharadita de bicarbonato de sodio, pon tu joya encima y vierte con cuidado agua hirviendo. Finaliza enjuagando bien con agua tibia”.
Además, Tania alerta que debemos tener cuidado con los típicos productos limpia joyas que podemos ver en el supermercado ya que algunos pueden ser “abrasivos”. “Contienen químicos agresivos que pueden dañar tus piezas con el tiempo”.
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