El siglo XX ha sido el espacio de tiempo más revolucionario en la historia de la humanidad. Avances de todo tipo y en todos los sectores. Uno de los más importantes fue el desarrollo y explosión de eso que llamamos moda. Diseñadores, pasarelas y modelos pasaron a formar parte de la actualidad. Chanel, Armani, Hugo Boss o Christian Dior cambiaron las reglas del juego y nunca volvimos a vestir del mismo modo. Alta costura, diseños muy elaborados y dinero, mucho dinero. La ingente cantidad de millones que mueve el sector es desorbitante. Así fue la pasada centuria, y parte de esta, pero algo está cambiando.
Las metamorfosis que se están produciendo comienzan por los pies. Hasta ahora pagar por encima de 2000 euros por unos zapatos es relativamente habitual si quien los firma se llama Jimmy Choo, Christian Louboutin o Manolo Blahnik. Cualquiera de sus modelos son el sueño de casi cualquier mujer. Esto sigue sucediendo pero hay nuevos jugadores en la partida. Jugadores que nadie esperaba y con un público mucho más amplio que el que puede darse el capricho de poner en sus pies unos míticos “manolos” para pisar el suelo.
Los nuevos jugadores vienen del mundo del deporte. Nike, adidas, Puma, New Balance o Reebok son las marcas que aún no han subido a las pasarelas pero poca falta les hace. Cada vez es más común que estas marcas saquen algún modelo de zapatilla en una edición limitada a un precio bastante alto pero irrisorio con lo que llegan a costar en reventas y subastas posteriores.
El rapero y cantante Kanye West diseñó las adidas Yeezy Boost 350. Edición limitada, precio 185€. Si las quieres prepara entre 500 o 600 euros y podrían ser tuyas. No es raro que algún modelo sobrepase los 3000 euros. De ahí que históricos como Balenciaga o Armani cuenten en sus catálogos con zapatillas de nuevo corte. Hay que adaptarse a los nuevos, y cómodos, tiempos.
El glamour en una cancha de baloncesto es menor que en cualquier cocktail donde la alta costura sea lo habitual pero las tendencias y la sociedades cambian. El mejor ejemplo lo representa StockX. Su negocio es la cotización online de zapatillas. Un mercado de valores de la moda.
Las zapatillas cotizan y cambian de valor dependiendo de la demanda que tenga un determinado modelo. Es un mercado aún incipiente pero con un impacto económico notable y en constante alza. Stock superó, hace unos días, los mil millones de valorización. Eso en tan solo tres años de vida. La compañía planea ahora su desembarco en Europa y Asia. Invierta en zapatillas, puede que le afecte más a su bolsillo que a la comodidad de sus pies.
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