(Foto:Avenia Interiors by Fendi Casa)
El sector inmobiliario atraviesa un momento de éxito no exento de riesgos. Porque al igual que sucedió en la crisis de 2008 y en sus años precedentes, muchos compradores comienzan a pensar que no todo lo que se vende, vale lo que se pide por ello.
Por eso, más que nunca, los clientes premium han comenzado a poner el foco en aquellas viviendas que aportan algo más que un espacio para vivir. Lugares donde el diseño, la arquitectura y los entornos se cuidan al máximo y que representan una apuesta segura para que lo invertido no se lo acabe llevando otra nueva burbuja inmobiliaria.
En ese selecto grupo de viviendas se encuentran las llamadas “residencia de marca”. Un sector que no conoce crisis y que podría duplicarse en todo el planeta durante los próximos siete años.
Se estima que hay cerca de 800 proyectos en marcha en unos 100 países. El sur de Florida continúa consolidándose como una de las principales regiones para este tipo de desarrollos. Está solo detrás de Dubái, que le gana en número de proyectos.
Son viviendas, edificios de apartamentos o urbanizaciones que llevan el sello de marcas de reconocido prestigio como Fendi, Armani, ELLE o Riva, por ejemplo. Residencias boutique para todos los gustos, personalizables y con precios muy generosos.
Como los 5 millones de dólares que cuestan -como mínimo- alguna de las casas de Avenia Interiors by FENDI Casa, en la zona metropolitana de Miami. O de Armani/Casa Residences en Pompano Beach.
El comprador de este tipo de casas quiere propiedades que no solo ofrezcan un hogar, sino experiencias exclusivas que se traduzcan en valor a largo plazo.
Así, la marca de yates Riva ha dejado su sello personal en Riva Residenze. Un proyecto creado en Fort Lauderdale, la llamada Venecia de América, especialmente diseñado para los apasionados del mar.
Precisamente la ubicación es uno de los factores que más atrae a las firmas premium a la hora de apoyar una residencia de marca. “Más allá de la demanda y los fundamentos del mercado, analizamos la densidad de personas de alto poder adquisitivo, el atractivo global de la zona y si el entorno se alinea con el ADN de la marca”, nos cuenta Fernando de Nuñez y Lugones, CEO de Vertical Developments. Como buen conocedor del sector, confirma que los compradores “no solo están adquiriendo una vivienda, sino una experiencia de estilo de vida”.
Otro de los factores relevantes para decidir dónde situar una residencia de marca es la fiscalidad de la región. Tanto para el promotor, como para el comprador. Y ahí nuestro país está en desventaja frente a otras zonas del planeta como el sur de Florida.
De todas formas, “España está lista para un crecimiento significativo en el sector de las residencias de marca”, asegura Fernando de Nuñez y Lugones.
Para él, “destinos como Madrid y la costa mediterránea han sido tradicionalmente asociados con la vida de lujo. Y atraen tanto a compradores locales como internacionales que buscan la sofisticación y exclusividad que ofrecen las residencias de marca”.
Unas casas ligadas irremediablemente a conceptos como la artesanía o el diseño al más alto nivel. Aspectos muy valorados por los clientes premium que además buscan en ellas una “conexión emocional con el estilo de vida y el legado de la marca, creando un reconocimiento global instantáneo. Esa asociación no solo demanda una prima, sino que también tiende a preservar el valor a largo plazo”, afirma el CEO de Vertical Developments, promotora afincada en Perú y que está detrás de los desarrollos inmobiliarios citados.
Con todo, el sector de las residencias de marca aún tiene mucho recorrido a medio plazo a pesar del complejo escenario sociopolítico que atravesamos. Serán unos años en los que la personalización ganará peso y se crearán residencias de marca tipo boutique, donde la tecnología y la sostenibilidad ganarán presencia.
“Estamos comprometidos a integrar prácticas de diseño y construcción ambientalmente responsables. Avenia Interiors by FENDI Casa, por ejemplo, está buscando la certificación LEED-GOLD, y cuenta con un parque lineal y un jardín vertical exterior”.
“Estos elementos no solo contribuyen a los objetivos ambientales. También mejoran la experiencia diaria de vivir, ofreciendo a los residentes una conexión con la naturaleza dentro de un entorno de lujo”, concluye Fernando de Nuñez y Lugones.
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