En un momento en el que pasarlo bien con los amigos fuera de casa se valora más que nunca, la coctelería se ha postulado como la mejor aliada para una tarde o noche de fiesta. Y es que tomarse unos cócteles (más si son de autor) puede ser una experiencia gustativa a la altura de cualquier comida en un restaurante con estrella Michelin. Una explosión de sabores que se perciben con un solo trago y que nos animan a pasarlo bien y darlo todo.
Madrid es una de las ciudades que más apuesta por el ocio, por ello, cuenta con varias coctelerías a la vista, pero también con otras ocultas que nos sorprenden. Una de estas últimas es Maldita Gioconda, un cocktail bar situado en el sótano del famoso restaurante Caluana, conocido por su cocina fusión italiana y española.
Maldita Gioconda se presenta como un museo de Pop Art en el que vemos en cada rincón a su musa, la Mona Lisa. Ésta aparece presidiendo el bar en varios cuadros que han sido modificados con los colores y principales expresiones del arte pop.
Y es que esta expresión artística es de la que se vale su bartender, Daniel Álvarez, para elaborar una carta compuesta por cócteles que actúan como el lenguaje a través del que expresar su arte. Un lenguaje que como el Pop Art, sea fácilmente reconocible y disfrutable para todos, sin tener que ser un experto en la materia.
La nueva carta de Maldita Gioconda nos invita a hacer un viaje por su museo con una introducción, un nudo, un desenlace y, como todo buen museo, con una tienda de souvenirs final. Una carta dividida en cuatro partes y que nos presenta sus cócteles de autor de una forma muy particular. Primero, con un nombre que todos identificamos, mojito, piña colada, daiquiri… Segundo con un símbolo pop que todos conocemos, Rosalía, Donal Trump… Y terminar con una descripción de sabor que haga esa obra de arte fácilmente entendible.
Una carta que va desde los sabores más suaves y populares de la introducción, como el Cosmopolitan o la Caipi Colada; hasta los más potentes y sorprendentes del final como su Old Fashion, coronado con un pan brioche, o el White Russian, dedicado en especial a Putin y que va cambiando de color. Aunque para poder disfrutar de una de las bebidas desenlace, primero habrás tenido que probar algún otro cóctel de la carta, porque los spoilers no están permitidos.
Los más clásicos y fieles a una sola bebida deben saber que en la coctelería también tienen espacio. La ginebra española Gin Mare ha creado una carta de cócteles en los que esta bebida es la gran protagonista. Los ha puesto a prueba en La Mare Vita Guest House, un evento celebrado en el sofisticado club Leclab, ubicado en el emblemático edificio edificio Casa Gallardo.
Para aquellos que no conozcan Gin Mare, es una ginebra con una fórmula basada en cuatro botánicos: el tomillo, la albahaca, el romero y la oliva arbequina, aromas muy mediterráneos que definen su ADN. Esto hace que sea una bebida perfecta para tomar sola, acompañada con una tónica; o con combinaciones que den un giro a su sabor, pero sin perder ese toque mediterráneo.
El Mare Vita Mule, a base de ginebra, miel, zumo de limón o cerveza de jengibre, da un toque chispeante que nos aleja del clásico gin tonic, o la Dolce Cup, a base de ginebra, Cointreau, vermú y refresco de cola. Cócteles sencillos que se pueden tomar tanto en una noche de fiesta con amigos, como maridaje de una cena de sabores mediterráneos a base de queso, embutidos y la clásica pizza italiana.
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