Foto: Javier Salas
Villaverde de Pontones, Cantabria y España entera están de celebración. El Cenador de Amós cumple 30 temporadas. Tres décadas coleccionando éxitos y premios, pero, sobre todo, haciendo que cada día quienes visitan el restaurante celebren la vida.
No podía dejar pasar esta ocasión para hablar de Marián Martínez y Jesús Sánchez. Perfeccionistas, comprometidos y entregados a una pasión común: deleitarnos con su entrega.
Esta temporada de celebración era el momento perfecto para que, en su nuevo menú de 21 pases, se recuerden bocados que hicieron historia. Como el perfecto de pato, el magano o la tortilla de Amós.
Pero la creatividad es innata al chef Jesús Sánchez y por supuesto vuelve a sorprender con nuevas propuestas siempre ancladas a Cantabria, adn del Cenador de Amós. Para empezar a salivar unas pequeñas pistas: vaca Tudanca, bogavante o costilla de atún.
Plato tras plato, y en perfecto orden gustativo, la estética roza la perfección. Auténticas obras de arte gastronómico, tanto por su creativo emplatado -donde las elegantes vajillas hacen función de lienzo- como por los sabores y texturas.
Una ceremonia donde las emociones viajan en la mente y se pelean entre sí. Admiración, sorpresa, recuerdos, texturas… Bocados que cuentan las historias de Cantabria, sus tradiciones y su riqueza culinaria, pero que han sido manipulados por las manos de un talentoso prodigio.
La habilidad de Jesús Sánchez para mezclar técnicas culinarias innovadoras con recetas atemporales es asombrosa. Seguramente porque no pudo seguir los pasos de nadie en su familia, tuvo que agudizar el ingenio desde niño, demostrando que tenía una pasión de la que haría una filosofía de vida.
Ese afán le ha motivado siempre y es la mecha que enciende con devoción los fogones año tras año del templo gastronómico que es el Cenador de Amós.
El reconocimiento de las tres estrellas Michelin refleja la excelencia de cada aspecto de su casa. Desde la selección de ingredientes, siempre locales y en sintonía con la verdadera sostenibilidad; los detalles de cada rincón del palacete, su ambiente acogedor pero sofisticado y elegante; la sonrisa, el cariño y el trato impecable de su equipo; o la presentación artística de cada plato.
El pasado año 2022 Jesús Sánchez recibió el Premio Nacional de Gastronomía. Con la gentileza y humildad de todo genio, el chef nos dedica estas palabras sobre el reconocimiento: “Un Premio Nacional de estas características, otorgado por la Real Academia Española de Gastronomía, es el mayor galardón y reconocimiento que un profesional de su sector, en este caso un cocinero, puede recibir en su país. Supone, además, formar parte de una lista de ilustres colegas que han venido siendo reconocidos a lo largo de los años. Dicho esto, puedes suponer la ilusión y emoción que representa este enorme reconocimiento. Para nosotros es volver a tocar el cielo con la yema de los dedos”.
A lo que yo añado: Querido Jesús, naciste tocando el cielo y las estrellas, pero con tu generosidad y entrega nos las has bajado para poderlas disfrutar. Eso sí, tú te quedaste la mejor de ellas, Marián.
El santuario gastronómico de Jesús Sánchez está en un pequeño pueblo de algo más de 300 habitantes, y rodeado de los verdes prados de la tierruca. Pero en Madrid también podemos disfrutar de su excelencia.
En el hotel Rosewood Villa Magna encontramos un corazón del Cenador de Amós. Está en el restaurante Amós by Jesús Sánchez, recomendado también por la Guía Michelin y la Guía Repsol.
En la terraza del restaurante y durante todo el verano y hasta septiembre, la muy española y tradicional hora del aperitivo se convierte en la hora de las estrellas por una iniciativa sin precedentes, el Vermú de Amós.
Un vermú casero como punto de encuentro y momento de celebración. Original y de elaboración casera, el vermú de Amós va acompañado de pequeñas delicias cántabras que maridan a la perfección.
El propio chef nos da más pistas: “Es una propuesta que se adapta perfectamente al ritmo de muchos clientes de mediodía que pueden organizar un encuentro divertido que también completa la comida para ese día. Porque el vermut, que servimos de 12:30 a 14 horas, también puede prolongarse con uno de nuestros platos de cuchara o incluso con un plato principal… Aunque en sí, la experiencia nos dice que viene siendo una comida divertida y completa para la inmensa mayoría de nuestros clientes”. La acogida esta siendo extraordinaria y la fórmula del Vermú de Amós ha venido para quedarse.
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