Hierbas aromáticas: cuáles, cómo y cuándo usarlas para sacarles partido
Mercadona tiene una gran selección de hierbas aromáticas frescas que pueden marcar la diferencia en cualquiera de tus elaboraciones.
Es innegable que no todo el mundo tiene la misma mano en la cocina. Pero como en todo, con estudio y práctica y paciencia, cualquiera puede conseguir grandes avances en los fogones. Uno de los secretos es aprender a combinar bien los ingredientes… y a aliñar los platos. Porque sí, una parte importante del resultado tiene que ver con ese toque final que aportan las especias o las hierbas aromáticas.
Pero… ¿Cuándo utilizar hierbas frescas? ¿Cuándo secas o en polvo? ¿Con qué recetas combina bien cada una? Atent@, porque a continuación despejamos tus dudas.
¿Cuándo utilizar hierbas aromáticas frescas o secas?
En cuanto a su utilización, las hierbas frescas aportan aroma, color y un punto de frescor a las recetas. Por eso suelen servir para terminar los platos. En cambio, las hierbas secas o en polvo son más concentradas y funcionan bien en guisos o salsas.
No obstante, hay hierbas aromáticas frescas imprescindibles que no pueden faltar en ninguna cocina. Te hablamos de ellas.
El perejil, el must de todas las salsas
Es una de las plantas más ricas en vitamina C, que además sirve para potenciar el sabor de cantidad de alimentos. Lo puedes encontrar fresco en la parte de refrigerados de Fruta y Verdura de Mercadona.
Con él bien picado y añadiéndole ajo puedes preparar aliños para pescados al horno, verduras salteadas o recetas como tabulé con cous cous y salmón. También puedes congelarlo ya picado para usarlo cuando necesites sin perder sus propiedades. Su misión es realzar los sabores sin taparlos, aportar color y frescor sin cambiar la identidad de las recetas.
Cilantro, la hierba más exótica
Habitual en cocinas como la peruana o la mexicana, es una hierba con un característico sabor fresco y cítrico rica en antioxidantes.
Ideal para aliñar tacos, mojos o ceviches… sus hojas y tallos se añaden siempre al final de las presentaciones para que conserve todo su aroma. A diferencia del perejil, el cilantro es más intenso y su sabor es protagonista de sus platos.
Cebollino, la cebolla delicada
El cebollino es una de esas hierbas aromáticas suaves que se utilizan tanto para aderezar como para decorar platos. Pariente del ajo, recuerda mucho a la cebolla por su sabor. Puedes utilizarlo para darles el toque final a revueltos, cremas o patatas asadas con yogur.
El frescor de la hierbabuena
Refrescante y versátil, la hierbabuena se puede utilizar tanto para platos dulces como salados. Aporta un toque especial a limonadas, frutas y postres, así como a ensaladas de tomate o platos con cuscús.
Es perfecta para dar un toque de frescor sin que su sabor predomine en el plato. Su uso en nuestra gastronomía está muy asentado por su valor nutricional y su trasfondo medicinal y cultural. Para alargar su conservación, corta los tallos con las manos y sumérgelos en agua.
Albahaca, una de las hierbas aromáticas más mediterráneas
Con hojas delicadas y perfumadas, la albahaca es una de las hierbas más mediterráneas. Es la estrella indiscutible de la salsa pesto pero también una gran aliada para ensaladas de tomates y quesos frescos.
Para evitar que se ennegrezca, no la piques mucho. Mejor rómpela con las manos o pícala suavemente.
El laurel, el clásico aromático de fondo
A diferencia de otras hierbas que solemos usar frescas, el laurel se utiliza casi siempre en seco y es un clásico aromático de fondo. Aporta sabor intenso y aromas profundos a legumbres, escabeches y estofados, además de caldos, sopas y salsas de tomate.
Para sacarle el máximo partido, añádelo al inicio de la cocción para que perfume el guiso desde dentro. Usa siempre las hojas enteras y con una o dos por litro, es suficiente. Y no te olvides de retirarlas antes de servir.
