Como las restricciones sanitarias impuestas en la hostelería varían en función de la Comunidad Autónoma, no sabemos si podremos ir a nuestro restaurante favorito a celebrar con nuestra pareja el día de San Valentín, Apenas falta una semana para que ese angelito gordito y gracioso, armado con arco y flecha, nos dispare emociones en forma de cosquillas y mariposas en el estómago. Pero, quizás, este año lo más prudente y solidario sea celebrarlo sin salir de casa.
Podemos hacerlo de dos formas. Por un lado, optar por la socorrida llamada para que te traigan la comida a casa ya preparada. Y por el otro, que los más cocinillas se animen a preparar un menú acorde a la ocasión para sorprender a su pareja. En cualquier caso, no podemos olvidarnos de un elemento casi indispensable en una cena romántica: el vino. Elegirlo correctamente será parte del éxito de la velada, y aportará una chispa de pasión. Que conste que esto lo digo guiñando un ojo.
Lo primero es saber qué vino le gusta a tu pareja, y si es posible, a ti también. Son esos pequeños puntos en común los que hacen que todo fluya en una relación. Pero vamos al vino. Elegir un vino que sabes que funciona porque gusta mucho o por “seguir la tradición” es un valor seguro, aunque os recomiendo que experimentéis con nuevas propuestas.
Como regalar la luna es muy típico de los enamorados, os propongo un vino lunático por partida triple: el Luna Lunera de Dehesa de Luna. En este caso, para el aperitivo he elegido un blanco floral y afrutado de sauvignon blanc, muy ligero, fácil de beber y, además, cuenta con certificación ecológica y es vegano.
Otros dos vinos que me parecen muy divertidos son El Novio Perfecto y La Novia Ideal. Ambos vienen de Valencia y al igual que el primero, son vinos con un precio acorde al momento. Pero si lo que quieres es salir por la puerta grande, lo mejor es caer en las burbujas, ya que parece que, sin el descorche, sin esa espumita que se crea al caer en la copa y sin las chispeantes cosquillas en la nariz, la fiesta sea menos fiesta.
Una de las cosas magnificas de los vinos espumosos es que funcionan muy bien desde el principio hasta el final, ya que el carbónico es conductor de los sabores y el acierto en el maridaje está casi garantizado. Hoy os voy a recomendar un Corpinnat Rosé. El Torelló Rosé Brut Reserva es una delicia elaborada con Pinot Noir y Garnacha que recomiendo tomar en copa amplia para poder disfrutar de sus aromas, además de su color intenso que marida más que bien con la celebración del nuevo San Valentín.
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