A pesar de todo, la Navidad sigue estando ahí y los comercios que pueden abrir inundan de luz, brillo y color los escaparates. Para los amantes del vino aún hay muchos regalos que hacer y recibir y… ¿Por qué no? ¡Autoregalarse!
Que sí. Que regalar colonia siempre es muy socorrido. Las abuelas que se olviden de los calcetines y los pijamas calentitos. Los amigos invisibles… nada de corbatas o estuches con un bolígrafo y una pluma. ¡Pero si nadie escribe con pluma!. Vamos a regalar cosas de vino.
Parece obvio, pero no lo es tanto. Muchas veces regalamos una botella de vino, pero se nos olvida que sin una buena copa, la experiencia es incompleta. Todos conocemos Riedel y sabemos que, probablemente nos encontremos ante la firma más importante en cristalería técnica para vinos y otras bebidas.
La colección Winewings de Riedel es una de las más top y una vez comparas un mismo vino en una u otra copa, no cabe la menor duda de que estamos hablando de palabras mayores. ¡Cheers!
Para los amantes de las burbujas y del glamour, nos llega la Guía Melendo del Champagne. No solo nos encontramos ante el libro de referencia en España sobre esta maravillosa bebida, sino que, además, los hallazgos de pequeños productores hacen que la selección del champagne para estas navidades sea certera. Oh la la.
Para los mas hygge. Esas personas que disfrutan de la soledad de su hogar y para las que tomar un baño es una experiencia espiritual. Para ellos uno de los regalos ideales puede ser una bandeja para copa de vino que, además, te permite tener un libro o tu reproductor de música favorita. Existe la versión minimalista que es una ventosa para sostener la copa en los azulejos. Elige y regala.
Confinamiento, restricciones o recomendaciones, nos obligan a dejar las visitas a las bodegas para más adelante. Las catas virtuales se han convertido en una opción de lo más segura y muy extendida en todo el planeta. ¿Y esto cómo funciona? Pues hay bodegas o plataformas que ofrecen un lote de vinos y después a través de alguna aplicación tipo Zoom o Instagram Live, se acuerda una hora y un “sitio”.
Una o varias personas guían la cata, permitiendo, en algunos casos, como el de Up Wine, una experiencia interactiva en la que además puedes participar y guardar tu cata. La tecnología en este caso se ha convertido en una gran aliada de los amantes del vino.
No me olvido de los lotes típicos con varias botellas. Porque al fin y al cabo, sin vino, no hay regalos. Y aunque parezca raro el decirlo, aún quedan cosas que celebrar. Así que alcemos la copa y brindemos por un mejor año.
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