(Foto: Gtres)
A menos de una semana para que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump está echando el resto para recabar todos los apoyos posibles. El voto femenino se presenta como uno de los más importantes en una jornada electoral que puede ser decisiva para el futuro del país. Con la mirada puesta en las encuestas, Trump ha incrementado su presencia en los actos públicos y ha pedido el apoyo de las dos mujeres que le acompañan en la Casa Blanca: su mujer y su hija. Melania e Ivanka Trump se han subido a la tarima en busca del voto con discursos más o menos efectistas.
En unos días saldremos de dudas sobre el efecto que pueda tener en los votantes su presencia activa en los mítines de campaña. Unos actos en los que la parroquia republicana estalla de júbilo cuando alguna de ellas se pone delante del micrófono. Mientras Melania Trump defiende la gestión de la pandemia realizada por su marido, Ivanka acusa a los demócratas de ser poco menos que comunistas cubanos.
La dirección de la campaña republicana ha convertido sus apariciones en momentos estelares, con aires glamurosos propios de cualquier realeza europea. Y por ello el atuendo de ambas se cuida al detalle. A sus 38 años, Ivanka Trump ocupa un puesto privilegiado dentro del gabinete del Presidente. Y quiere seguir otros cuatro años dentro del staff de la Casa Blanca, alejada de sus proyectos de moda y belleza que le dieron popularidad y dinero en el pasado. Un legado que la acerca al grupo de votantes más joven del país y que maximiza luciendo prendas elegantes y sofisticadas pero juveniles.
En su regreso a Florida, la asesora principal de la Casa Blanca escogió un vestido blanco de algodón firmado por Alexis Gyles. Un look algo veraniego, que ya vistió durante la gira que realizó por África el año pasado. Su precio, algo menos de 600 dólares. Con un maquillaje y peinado cuidados al milímetro, la hija de Donald Trump culminó su outfit para pedir el voto con unos pendientes dorados con forma de aro y unas sandalias de tacón ancho en tono marfil.
A Melania Trump le sobran horas de vuelo desfilando. La ex-modelo, que llegó a tener sus propios negocios de joyería y belleza en la pasada década, sigue muy atenta al mundo de la alta costura. A sus 50 años (los cumplió el pasado abril) tiene un estilo muy definido y es una apasionada de las firmas de moda más relevantes del planeta. Algo que queda reflejado en sus apariciones públicas y en sus discursos, mucho más escasos que los de Ivanka. En ellos se dirige a un público distinto y eso se refleja también en su atuendo.
Melania adora las chaquetas, los abrigos y los trench. Con ellos se siente como pez en el agua, sobre todo en otoño e invierno. Y si son de alguna de sus firmas favoritas, mucho mejor. Así, en su última aparición la hemos visto con un trench verde militar de Michael Kors. No necesita mucho más para lucir espectacular. Bueno sí. Unos infinitos tacones de Christian Louboutin, a los que se sube como el que se pone unas deportivas. Pasear sobre el césped de la Casa Blanca con ellos, rumbo al helicóptero sin acabar en el suelo, es profesión de riesgo. Aunque no para Melania.
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