(Foto: Gtres)
La batalla legal entre Brad Pitt y Angelina Jolie por la propiedad del Château Miraval, su emblemática bodega francesa, sigue sin resolverse. El actor, de 61 años, reclamaría a la que fuera su esposa unos 35 millones de dólares por daños y perjuicios, según documentos judiciales a los que habrían tenido acceso Us Weekly y People. Una cantidad que hasta ahora no había sido revelada.
Recordemos que la disputa se centra en la supuesta venta irregular de la participación que Jolie tenía en viñedo, realizada sin el consentimiento de Pitt, y en la negativa de la actriz a compartir una serie de correos electrónicos que el actor considera fundamentales para su defensa.
El conflicto se remonta a noviembre de 2022. Entonces, Brad Pitt demandó a Angelina Jolie tras descubrir que había vendido su participación en Miraval a una compañía vinculada al empresario ruso Yuri Shefler. Es el propietario del grupo de vodka Stoli, al que Pitt acusa de intentar una “adquisición hostil” del negocio.
Según el actor, dicha venta violó un acuerdo previo entre la expareja que establecía que ninguno podía vender sin el consentimiento del otro. Jolie, de 50 años, sostiene lo contrario. Que no requería su aprobación y que la decisión de vender se debió a las restricciones impuestas por Pitt. Quien exigía que firmara un acuerdo de confidencialidad que le impediría hablar tanto de la venta como de su vida personal.
Los documentos judiciales a los que han tenido acceso los medios incluyen una carta enviada en noviembre de 2023 por el equipo legal de Jolie. En la misma se señala que el propio Pitt debe asumir los costos de producir las pruebas de los daños que reclama. En ella se recalca que “él está demandando a Jolie por 35 millones de dólares en daños. Por lo tanto, debe asumir el costo de producir los documentos que demostrarán (o no) dichos daños”.
El actor afirma haber invertido una gran cantidad de tiempo y dinero en convertir Miraval, valorado actualmente en unos 500 millones de dólares, en una bodega de referencia internacional.
Brad Pitt sostiene que Jolie solo era propietaria del 40 % del negocio, mientras que él controlaba el 60 %, y que la actriz carecía de derecho legal para vender su parte. Además, alega que la venta a Shefler dañó su reputación y afectó a la estabilidad del negocio.
Por su parte, Jolie ha contrademandado, acusando a Pitt de usar el caso como una “guerra de desgaste” para hostigarla y controlar su vida.
Sus abogados aseguran que el actor se negó a comprar su parte del viñedo porque ella rechazó el acuerdo de confidencialidad “diseñado para silenciarla” sobre los presuntos abusos que denunció en 2016. Recordemos que fue cuando lo acusó de agresión durante un vuelo privado.
Aunque el FBI y los servicios de menores investigaron el caso, Pitt nunca fue acusado formalmente por ello.
El tribunal de Luxemburgo, encargado de parte del litigio, dictaminó provisionalmente que un 10 % del viñedo, que Jolie recibió como regalo matrimonial, vuelva a manos de Pitt hasta que se emita un fallo definitivo sobre el caso.
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