Los Morancos: “Tratamos de no molestar y hacer las cosas con educación”

Amalia Enríquez. 28/11/2025
Foto cortesía de Los Morancos

Ya no recuerdo los años que hace que nos conocemos. Llegaron un día a mi vida y se quedaron en ella. Desde ese momento, los hermanos Cadaval -Los Morancos- se convirtieron en una debilidad confesable sin pudor. No nos vemos todas las semanas, ni siquiera hablamos todos los días por teléfono, pero nuestro apego emocional es tan auténtico que, cuando quedamos, es mirarse a los ojos y tener la sensación de poder seguir la conversación que dejamos pendiente la tarde anterior.

Están triunfando por toda España, desde hace meses, con su show Bis a Bis y ya están preparando el nuevo para comenzar el próximo año. Este mes de noviembre terminan su cita con el público de Madrid y la concluirán el mes de diciembre en su Sevilla natal.

Ese “No hay localidades”, que les da felicidad, se ha colocado en todos y cada uno de los recintos que han visitado. Talento y búsqueda de la suerte ha sido siempre su carta ganadora. Quedamos para charlar y acabamos, incluso, mirando atrás…

The Luxonomist: ¿Siempre entendisteis la vida con sentido del humor?

Los Morancos: No hay otra forma de entenderla. La vida no tiene ningún sentido si no la aderezas con humor. Sería, además, un aburrimiento total.

TL: ¿Cuántas veces ese sentido te ha alegrado un mal día?

Los Morancos: Muchas veces. En los momentos de decaimiento, recurrir a la risa o el sentido del humor hace que cambies el chip al instante y abandones la tristeza. La alegría, la risa es otro estado, es clima vital.

“La vida no tiene ningún sentido si no la aderezas con humor”

TL: ¿De niños ya érais los “gansos” de la pandilla?

Jorge: Yo era muy serio de pequeño. César siempre ha sido mucho más divertido que yo y, además, cantaba divinamente y se reía de todo en la vida todo el rato. Yo siempre he sido mucho más serio.

TL: Nos han querido convencer de que tras la pandemia saldríamos mejores ¿Descubristeis partes de vosotros que ignorábais?

Los Morancos: La verdad es que no. La pandemia nos llevó a un sitio desconocido y tuvimos que aprender a gestionar esa nueva situación, pero nosotros no hemos cambiado. Nuestro sentido de la caridad, de ayudar a los demás, sigue siendo el mismo. También es verdad que, en esos días tan difíciles, la gente se comportó de otra manera e hizo muchas promesas, pero todo eso se olvidó muy pronto.

TL: ¿Creéis que nos abrazamos más que antes?

Los Morancos: No lo sé, de lo que sí tenemos la certeza es que se ha perdido un punto de humanidad entre la gente. Notamos una falta de valores y de cosas que no nos gustan. A lo mejor es porque nos vamos haciendo mayores. No sé, tú entras en un ascensor en el que va otra gente y nadie saluda, todos miran para otro lado y pareces un bicho raro si dices buenos días. Es un ejemplo básico, pero ocurre y eso define a la sociedad.

“Se ha perdido humanidad entre la gente y eso nos disgusta”

Foto cortesía de Los Morancos

TL: ¿En qué ha cambiado esencialmente vuestra vida después de esa etapa?

Los Morancos: No nos ha cambiado esencialmente, porque tenemos un criterio de vida que seguimos manteniendo, incluso en esa etapa de pandemia de la que hemos hablado. Es importantísimo tener educación en la vida y, sobre todo, los conceptos claros de cómo quieres vivirla. Si consigues esa claridad, no hay nada que te haga cambiar.

TL: ¿Recordáis lo primero que hicisteis cuando se pudo volver a la cotidianidad?

Jorge: Lo recuerdo perfectamente. Irme a tomar un cafelito a un bar, que es algo que solía y suelo hacer todos los días, porque me gusta desayunar fuera de casa con Ken y lo hago todas las mañanas. No cambié la costumbre, la retomé.

TL: ¿Qué fue lo más difícil de todo?

Los Morancos: Yo creo que la falta de libertad. El estar encerrado sin saber qué pasaba ni lo que podía pasar, unido a la poca información que nos daban. Al margen de eso, tengo que reconocer que nos gusta estar en casa y vivir el sentido de familia.

TL: ¿Hay algo que os borre la sonrisa?

LM: Lo que le pase a la gente que queremos o las decepciones que podamos tener. Eso nos la borra. Si a alguien cercano a nosotros le ocurre algo, nuestra reacción siempre es apoyarlo, esperando que esa persona con sus cinco sentidos nos diga lo que ha pasado y cómo podemos ayudarle. Y, obviamente, nos la borra por completo las ausencias de nuestra gente querida.

“Aunque nos falta gente muy querida, hemos aprendido a no quejarnos”

TL: ¿La forma más elegante de decir adiós?

LM: Siendo educado y directo. No hay otra forma más elegante.

TL: ¿En qué situación habéis dicho “chapeau”, me quito el sombrero?

Jorge: Cuando leo o me dicen una buena noticia, sobre todo si son buenas para la humanidad. Estamos acostumbrados a unos informativos con malas noticias, pero yo la rechazo. Yo no sería lector, por ejemplo, de El Caso. No me gusta ver cosas chungas, me gustan las positivas que sean buenas para la gente.

César: Descubrimientos de la medicina, el triunfo de un buen deportista, ver que en el teatro no hay localidades. Eso es maravilloso.

TL: ¿Qué os gusta hacer a vuestra manera?

César: Todo lo del día a día: salir, comer, disfrutar de la familia. Me gusta hacerlo a mi manera, como Frank Sinatra.

Jorge: Todas las cosas que me gustan son las que hago a mi manera y, sobre todo, trato de no molestar y respetar. Hacer las cosas con educación.

TL: ¿Qué ha sido lo que realmente ha marcado vuestra vida?

LM: Las muertes de nuestros padres y hermanos. Lo material nos da exactamente igual, pero lo carnal, lo que afecta a nuestra gente, a nuestros amigos… eso es difícil de gestionar. A pesar de todo eso, hemos aprendido a no quejarnos. Somos personas que nos quejamos poco.

“Los domingos son para estar a las tornas que tú quieras”

Foto cortesía de Los Morancos

TL: ¿Qué pone en vuestro estado de WhatsApp?

César: Yo tengo puesto “en el cine”. Y no sé por qué, la verdad.

Jorge: Yo he puesto “los domingos ni me llames” y lo llevo a rajatabla. Los domingos son un día para estar en tu casa, para estar a las tornas que tú quieras.

TL: ¿A qué sois inmunes?

LM: A los comentarios de la gente que no te echa cuentas, gente sin educación ni respeto. No aguantamos a esa gente.

TL: ¿El insulto hace callo?

Jorge: El insulto es una cobardía de quien lo dice. No me afecta en absoluto.

César: Tienes razón ¡Imbécil! (risas)

TL: ¿Marca España es…?

LM: La gastronomía, nuestra cultura, Nadal, Alcaraz, Antonio Banderas… Marca España es vivir en el mejor país del mundo.

“El talento está por encima de todo. A la suerte tienes que jugar”

TL: ¿La suerte es más definitoria que el talento?

LM: No, el talento está por encima de todo. A la suerte tienes que jugar. El talento hace que te vengan golpes de suerte.

TL: ¿A qué os suena la vida?

César: A un canto por bulerías, a una soleá, a una taranta, a una seguidilla…

Jorge: Mi vida tiene un sonido dulce porque, a pasar de las tristezas vividas, no todo el mundo tiene la suerte de disfrutar de lo que tengo.

TL: ¿La belleza da poder?

LM: Rotundamente no. Es poder está en otras cosas, pero no en la estética.

TL: ¿El dolor más intenso?

LM: La falta de un ser querido, no hay nada que iguale ese dolor. La ausencia de unos padres, hermanos, un amigo… Pero también hay dolor en las guerras que, aunque nos sean ajenas en la distancia, nos deben hacer recapacitar sobre la integridad del ser humano.

TL: ¿Ser elegante es…?

LM: Una forma de vivir, algo que va innato en la persona. El que no hace elegante no puede serlo en la vida. La gente elegante, sin pretenderlo, se hace notar en el sentido de admiración y de actitud ante la vida.

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