Carlos Latre: “Soy un Peter Pan que quiere seguir volando a Nunca Jamás”
Carlos Latre es talento en estado puro. Un actor multidisciplinar, baluarte del entretenimiento, que ha convertido ese potencial en el motor de su vida. En su largo camino al éxito, con luces y sombras que le han servido de aprendizaje, ha salido de su zona de confort y no ha dejado nada por hacer.
Desde hace 25 años ha prestado su voz a 20 personajes de animación. Ahora le ha llegado el turno a una mofeta en Campamento Garra de oso. Su candidez, ternura y humildad ha conquistado también al exigente público infantil…
The Luxonomist: Recuerdo que me dijiste un día que naciste con los ojos abiertos, mirando el mundo, igual que tu hija Candela. ¿Sigues con la misma curiosidad vital?
Carlos Latre: Sigo con la misma curiosidad vital, con ganas de aprender cosas. Eso me lleva muchas veces a ir por caminos que no esperaba. Pero, como me dijo la gran Martirio: “En la vida hay que ir por caminos sin pisadas y siempre con los ojos abiertos. Siempre intentando aprender, evolucionar, siempre yendo más allá”.
TL: ¿Has aprendido ya a decir que NO? Era la asignatura pendiente en esa última conversación…
CL: Yo no sé vivir en la zona de confort. He aprendido a decir que no. Lo que he aprendido también es que, decir que no, no implica ser rudo o muy negativo. Tú puedes decir que no desde el cariño, desde el respeto, desde la amabilidad y que se entienda.
“El camino es el éxito, el éxito no es la consecuencia”
TL: Humorista, actor, doblador de cine, presentador, showman e imitador. Todo en uno y, en ocasiones, al mismo tiempo. Rompes el refrán de que un hombre no puede hacer dos cosas al mismo tiempo…
CL: No sé si rompo el refrán de que un hombre puede hacer dos cosas al mismo tiempo. A mí me cuesta, porque yo ya hago una de base, que es pensar, pensar, pensar, pensar. La cabeza me va a ir por ahí. Mientras tanto, intento hacer otras cosas. O sea que sí, supongo que si pensar y otra cosa sirve, sin duda.
TL: ¿También te has propuesto llevarle la contraria al otro refrán que reza: “Quien mucho abarca, poco aprieta”?
CL: Este refrán solo se puede llevar a cabo si tienes buenos equipos. Si los tienes puedes apretar mucho. Y eso es lo que yo he intentado siempre, tener gente alrededor que me ayude, que me proteja, que me enseñe. Tengo mucha suerte de estar tan bien rodeado.
TL: ¿En el mejor de tus sueños imaginaste el camino recorrido y todo lo conseguido?
CL: Cuando la gente me dice si no estoy agobiado cuando me piden autógrafos y fotos por la calle, siempre me digo: ¿Te acuerdas de cuando soñabas con estar donde estás? Yo no me hubiera imaginado en mi vida llegar hasta donde estoy. Haber trabajado en América, haber conocido a la gente que he conocido y lo que queda, porque soy un niño pequeño, ya lo sabes. Soy un Peter Pan que quiere seguir volando a Nunca Jamás.
“Los actores de doblaje tendrían que estar más reconocidos”
TL: ¿La clave ha estado en soñar en grande o ha sido la vida la que te ha sorprendido?
CL: Pues sí, soñar en grande, pero dejar fluir. Creo que la vida es todo aquello que te pasa mientras intentas hacer otras cosas, con lo cual tienes que formarte, estar muy preparado. Como decía Picasso, “que las musas te piden trabajando”. Pues eso es, trabajando y trabajando. Lo más importante es que tengas una ilusión muy grande. El camino es el éxito, el éxito no es la consecuencia. Al final, mi vida laboral y profesional van muy ligadas y la verdad es que está siendo una gran aventura.
TL: ¿Cuándo eres consciente de que este trabajo es tu aventura vital?
CL: Cada vez más miro para adentro y no tanto para afuera. Y veo que lo más importante es la felicidad vital y que la aventura la llevas tú por dentro, con tu vitalidad, con tus ganas, con tu energía, con las ganas de hacer cosas. Siempre digo que el ritmo no pare y que la fiesta no pare.
TL: Acabas de estrenar Campamento Garra de Oso, película de animación en la que vuelves a regalar tu voz. ¿Qué hace del doblaje algo adictivo?
CL: El doblaje tiene algo que es maravilloso y es que queda para siempre. He doblado más de 20 películas, desde hace más de 25 años. Creo que los actores de doblaje tendrían que estar mucho más reconocidos. Tendría que haber una categoría dentro de los premios Goya o de los premios del cine al mejor doblaje, sin duda. Son actores. Ha tenido que venir Sigourney Weaver o los actores de Hollywood a hablar de nuestras actrices de doblaje para darles el valor que tienen.
“Yo hago de muchos personajes, pero todo el mundo lleva una careta”
TL: En tu largo camino al éxito solo te faltaba ser una mofeta ¡y lo has conseguido! 😊
CL: Para mí es un campo maravilloso en el que se me ha acogido muy bien y en el que me siento muy a gusto. Efectivamente, ser mofeta. He sido pingüino, buitre de El libro de la selva, otra vez pingüino en Happy Feet, acompañante de Asterix y Obelix… He sido de todo y me faltaba mofeta de Campamento Garra de Oso. Además, me ha hecho ilusión porque me acordaba mucho de los dibujos de los Looney Tunes, que me encantaban y había aquella mofeta que era como un Don Juan que me hacía mucha gracia. Esta es diferente.
TL: ¿A qué no le dedicarías un minuto de mi vida?
CL: A las injusticias. Creo que estamos en un mundo demasiado lleno de filtros y demasiado fake. Estamos en un momento en el que estoy pensando si dejo de lado todo lo fake para dedicarme solo a lo que es verdad, pero al final estás en un mundo en el que tienes que encontrarte con gente o con situaciones a las que te enfrentas con filtro. Yo hago de muchos personajes, pero todo el mundo lleva una careta.
TL: ¿Hay un primer pensamiento recurrente cada mañana?
CL: Pues mira, intento ser positivo, ponerlo en mis alarmas. Hay veces que me tengo que levantar a las cinco/seis de la mañana, porque tengo que coger un avión, y siempre hay un mensaje que sonríe. Nada es tan preocupante, nunca pasa nada, pasará lo que tenga que pasar. Intento automotivarme a mí mismo para estar feliz, porque no hay motivos para no estarlo.
“Decir que no, no implica ser rudo o negativo”
TL: Sé que va a ser difícil, porque eres un amante de la gastronomía exigente… ¿Ese plato del que te saturarías con placer?
CL: Siempre acudo a los referentes. Ese arroz caldoso de mi madre es de lo mejor, es una maravilla absoluta.
TL: ¿Ese olor inolvidable que te transporta a la infancia?
CL: El azahar, siempre llevo un botecito de azahar porque me recuerda a mi tierra y a los naranjos en flor. El azahar sin duda.
TL: Tres palabras que definan el momento que está viviendo…
CL: Madurez, ilusión y reinvención.
TL: ¿Lo mejor que te gustaría escuchar de ti?
CL: La gente piensa que soy buen tío y creo que eso es fantástico.
TL: Morirías por tener un superpoder. ¿Cuál sería?
CL: Me encantaría poder viajar en la historia, poder viajar a la verdad.
“La gente piensa que soy buen tío y eso es fantástico”
TL: Si pudieras hacerlo. ¿Qué le dirías al niño que se quedó atrás?
CL: Le diría que, a pesar de los nubarrones, de vez en cuando siguió intentando tener la misma ilusión en todo el camino.
TL: ¿Alguna vez has pensado cuál sería tu epitafio?
CL: Cuando estuve con el Papa Francisco me preguntó a qué me dedicaba. Le dije: “Intento que los demás sean un poco más felices”. Pues ese sería un buen epitafio. Intenté hacer un mundo más entretenido, intenté que los demás fueran un poquito más felices.
TL: ¿Qué no echaría de menos nunca en tu camerino?
CL: Me encantan las flores, por ejemplo. Y mil potingues para la garganta. Tengo caramelitos, los tengo para hacer vahos… eso, por supuesto. Tengo mil tonterías de la garganta para cuidarme muy bien. Y miel, por ejemplo, la miel me encanta.
TL: ¿Esa situación o persona que te ha dejado sin palabras?
CL: Pues mira, el otro día Jennifer López, JLo, el último concierto al que fui. Lo suyo se llama trabajo, esfuerzo, dedicación. Con más de 50 años es una diosa. Me pareció espectacular. Y luego, negativamente hablando, me deja sin palabras lo que está pasando en el mundo. Me parece tan absurdo y que la raza humana sea tan absurda, que no haya sentido del amor, sentido del humor. Es terrible.
“Mi etiqueta es de imitador, pero soy un actor multidisciplinar”
TL: ¿La cara y la cruz de ser tú?
CL: Pues mira, la cara, sin duda, es hacer lo que hago. Yo siempre digo que soy tremendamente afortunado, tremendamente feliz y que tengo una suerte tremenda de mis cruces de caminos en la vida. ¿Y la cruz de ser yo? Hay veces que me gustaría pasar más desapercibido. O sea, me gustaría ser Carlos y no Carlos Latre.
TL: ¿Algo que dicen sobre ti y que no es cierto?
CL: Uy, es que casi todo lo que dicen sobre mí es bastante cierto, lo tendría que pensar. Me lo pienso y te lo digo ahora… ¡Ya está! algo que no es cierto del todo: se me etiqueta mucho como imitador. Me gustaría que en España se dejara de etiquetar, no solo en mi caso, sino en todos. Soy un actor multidisciplinar.
TL: ¿Un miedo que no sepas controlar?
CL: Las agujas, pero lo estoy intentando controlar. Sí, sí, tengo una fobia tremenda a las agujas.
TL: Es pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder…
CL: Me gustaría contarte que quisiera montar una ONG muy pronto. Quisiera hacer un proyecto audiovisual en el que a través, no del humor, sino del buen rollo, poder hablar de todos los problemas de la salud mental, de lo psicológico, de los problemas que tiene la gente real y que la gente tuviera un poquito menos tabúes de hablar de lo que pasa realmente en este país y en el mundo. Creo que con eso sería suficiente… Un besito muy grande, querida, y todo el cariño…