(Foto: Gtres)
El divorcio de Nicole Kidman y Keith Urban tras 19 años de matrimonio ha sacado a la luz el extenso patrimonio inmobiliario que la pareja ha atesorado a lo largo de su relación. Una gran cantidad de propiedades repartidas a lo largo del planeta que podrían convertirse en objeto de disputa si la pareja no solventa de forma amistosa su separación. Se habla de un patrimonio inmobiliario que rondaría los 40 millones de dólares, pero que podría ser incluso mayor.
Nicole Kidman y Keith Urban vivían juntos hasta el pasado mes de junio en Nashville, donde el cantante de country tiene su base de producción musical. La pareja residía junto a sus hijas, Sunday Rose, que tiene 17 años, y Faith Margaret, de 14.
Kidman y Urban adquirieron en 2008 una amplia propiedad en una urbanización privada de Northumberland. La compraron tras vender la primera residencia que compartieron en Franklin, Tennessee, por 2,7 millones de dólares. Una amplia casa familiar ubicada al sur de Nashville, de unos 8.000 metros cuadrados de parcela, que rondaría los 3,5 millones de dólares de valor.
La propiedad cuenta con una enorme casa principal con siete dormitorios, 10 baños, una pequeña sala de cine, pista de tenis, piscina y hasta un pequeño observatorio astronómico. Esta casa ha sido la residencia familiar durante el matrimonio.
Se cree que Nicole Kidman sigue viviendo en ella junto a sus hijas, mientras que Keith Urban se habría trasladado a otra casa, también en Nashville.
La pareja también posee desde 2008 una casa en Beverly Hills. Una mansión algo más pequeña, de unos 400 metros cuadrados. Sin embargo, dada su ubicación, estaría valorada en bastante más dinero que la residencia familiar. Unos 4,7 millones de dólares. Dispone de cinco dormitorios, cuatro baños y una amplia piscina exterior.
Sin embargo, la residencia más cara que han disfrutado juntos hasta el momento Nicole Kidman y Keith Urban es el apartamento que ambos adquirieron en 2010 en Manhattan. Se estima su valor en unos 10 millones de dólares.
Dispone de tres dormitorios y dos terrazas con vistas al río Hudson. Se encuentra en un edificio con todo tipo de comodidades. Incluido un aparcamiento de coches en ascensor, piscina y gimnasio privado.
La actriz, orgullosa de su origen australiano, impulsó a que el matrimonio se hiciera con una granja en su país natal. Tiene casi medio millón de metros cuadrados y está ubicada en Sutton Forest, Nueva Gales del Sur. Se estima que la finca, llamada Bunya Hill, les costó entre 4 y 6,5 millones de dólares. Posee una casa principal de estilo georgiano construida en 1878. Dispone de seis dormitorios, una biblioteca y hasta una sala de billar.
La pareja también tendría un ático de unos 4 millones de dólares en Sídney y se habría interesado por diversas inversiones inmobiliarias en Portugal en el pasado más reciente.
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