Foto: Gtres
Como si tuviera poco poner al mundo entero en jaque con el tema de los aranceles, Donald Trump planea hacer una gran reforma en la Casa Blanca. Su intención es construir un gigantesco Salón de Baile de unos 200 millones de dólares y unos 27.500 metros cuadrados que transformará el Ala Este del edificio y dejará una huella imborrable en él.
Al parecer y tal y como explicó ayer la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el proyecto busca resolver un problema que ha frustrado a Donald Trump y sus predecesores durante mucho tiempo. No es otro que terminar con la “antiestética carpa” instalada en el césped del recinto donde tienen lugar los eventos a gran escala y que “desagrada desde hace tiempo y profundamente al presidente”.
Así, el nuevo Salón de Baile de la Casa Blanca planteado por Trump tendrá capacidad para 650 personas. Más del triple de la capacidad actual del Salón Este, el más grande del edificio. Su construcción comenzaría en septiembre y terminaría mucho antes de finalizar el mandato.
Según palabras del propio Trump será un proyecto financiado por él mismo “y otros donantes”. Lo que seguramente ponga difícil a los demócratas que impidan la ejecución.
Su diseño correrá a cargo de McCrery Architects, su construcción será cosa de Clark Construction y la ingeniería de AECOM.
Sin embargo, éste no es el único cambio que el empresario ha realizado desde su llegada a la Casa Blanca hace seis meses. También mandó pavimentar el césped del Jardín de Rosas, instaló dos astas de bandera de 26 metros en los jardines norte y sur; y pretende reemplazar un baño en el Dormitorio Lincoln.
Sin embargo, el nuevo Salón de Baile será uno de los cambios más significativos que tengan lugar en el inmueble en sus 233 años de historia. Éste modificará por completo la estructura del Ala Este, que será profundamente modificada.
Según Leavitt “quienes tengan oficinas allí, como Melania Trump, serán reubicados durante la construcción”. Y el presidente añadió que ésta “no interferirá en el edificio actual. Estará cerca, pero sin tocarlo”.
Con este Salón de Baile se cumple un sueño que Trump ha perseguido durante años. Tal y como explicó, en 2011 ya propuso su construcción a Obama. Y tras perder las elecciones de 2020 hizo lo propio con Biden “pero no obtuve respuesta”.
De llevarse a cabo, y parece que así será, el Salón de Baile será uno de los mayores cambios que ha sufrido ‘La Casa del Pueblo’ en el último siglo.
La construcción de la primera versión de la Casa Blanca comenzó en 1792. Durante la guerra anglo-estadounidense de 1812 los británicos incendiaron el edificio que tuvo que ser reconstruido en 1817. En 1902 el presidente Roosevelt construyó el Ala Oeste para dar un espacio de oficinas al personal. Y 25 años más tarde Calvin Coolidge renovó los pisos superiores.
La obra más grande fue cosa de Truman, que en 1952 desmanteló el edificio para solucionar sus problemas estructurales. Desde entonces, el edificio se ha mantenido sin grandes cambios. Salvo la piscina que mandó construir Gerarld Ford o la cancha de tenis que añadió Barack Obama.
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