Foto: Gtres
Han sido apenas cuatro días los que Donald Trump ha estado confinado en un centro hospitalario tras dar positivo en coronavirus. Ayer sobre las 18:30 de la tarde, hora local, el presidente de los Estados Unidos asumía su alta voluntaria y abandonaba el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed donde permanecía ingresado desde el pasado viernes.
Una convalecencia con muchas incógnitas por la incertidumbre de su estado de salud pero sin duda cómoda en lo que se refiere a confort. Al menos así se desprende a juzgar por las imágenes que hemos podido ver de su habitación en el centro médico situado en Bethesda, Maryland, a las afueras de Washington.
En los vídeos compartidos en redes sociales por el presidente desde su internamiento en el Militar Nacional Walter Reed se pueden apreciar varias estancias con muebles de estilo rústico, decoración clásica y mucha amplitud. Voluminosos cortinajes, un gran sofá, armarios lacados en blanco… incluso una gran chimenea con sillones orejeros frente a ella para descansar con todas las comodidades.
El hospital propiedad de la Armada fue construido en 1938 por el Presidente Franklin D. Roosevelt. Tiene más de 2.000 camas y está considerado uno de los mejores centros médicos de Estados Unidos. De hecho, por allí han pasado en las últimas décadas todos los presidentes del país, tanto por chequeos médicos como por convalecencias más serias.
Así, en la suite presidencial que ahora hubiera ocupado Trump también estuvo ingresado el presidente Eisenhower tras varios de sus ataques al corazón, Ronald Reagan tras una intervención en el colon o su mujer, Nancy, para ser tratada de un cáncer de mama.
Trump abandonaba ayer el hospital en el helicóptero privado Marine One para volver a la Casa Blanca desobedeciendo todos los protocolos de salud recomendados a nivel mundial para tratar el Covid-19. El presidente seguirá su convalecencia en su residencia pero no se sabe aún si hará cuarentena o seguirá con su campaña electoral relacionándose con su equipo. De momento le hemos visto en el balcón de la Casa Blanca despojándose de su mascarilla, restando importancia a su reciente paso por el hospital.
En Estados Unidos ha habido más de 200.000 fallecidos por coronavirus y se estima que más de 7 millones de personas están infectadas allí. Trump a través de las redes sociales ha querido quitar gravedad a la enfermedad diciendo que tras su paso por el hospital se encuentra mejor que hace 20 años. “No tengáis miedo al Covid ni dejéis que domine vuestra vida”, decía en Twitter. Una afirmación imprudente e irresponsable en un tiempo especialmente delicado para ciudadanos de todo el mundo.
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