ACTUALIDAD

Presente y futuro de la sociedad estacionaria

Publicado por:

La primera vez que leí el término “sociedad estacionaria” fue en la pluma siempre luminosa de Amando de Miguel. Puede sustituirse la voz “estacionario” por estático e inmóvil para dar cuenta de que una sociedad estacionaria es la antítesis de una sociedad cambiante y dinámica. Como decía Marx, “la Historia se repite dos veces: primero como tragedia, luego como farsa”.

Cada vez que escucho a picatostes en pentagrama de escaño en el Congreso hablar de la Guerra Civil, tiro de cita y recuerdo que lo que fue una tragedia se acaba convirtiendo por el corifeo desorientado de grupos políticos en una farsa narrativa que exhuma el pasado para hacer política de presente imperfecto.

La Guerra Civil se sigue usando como discurso dentro del Congreso

La foto fija, señal del desarrollo

Y no es una frustración que existan sociedades estacionarias allí donde se ha alcanzado cierto nivel de desarrollo y progreso. Al contrario, el estancamiento o el establecimiento de una fotografía fija de modelo social y económico, puede ser una garantía de credibilidad, de confianza y de certidumbre.

Cuando aquella curva que desescalaba nos expulsó a la nueva normalidad, hubo quienes, entre ellos yo mismo, alertamos del riesgo de cambio de paradigma. Y ello por dos razones: porque la restauración del antiguo régimen previo a la pandemia es harto difícil, y porque hay gobernantes que asoman ideología y reman consignas para promover un cambio de modelo.

La responsabilidad es fundamental tras la crisis del Covid-19

¿Hemos pasado una crisis?

Pues bien, lejos de lo que podía presumirse, hay cosas que no han cambiado. Nada. Como si la crisis no hubiese tenido lugar. Lo correcto socialmente sigue siendo la inacción, la socialización de la culpa para no enfrentarse a la culpa de uno mismo. Lo incorrecto es tomar partido sin conciencia de pertenencia a la manada adoctrinada, de reconocer en uno mismo también parte de los problemas de debilidad que azotan a nuestra sociedad, como inadecuado es reconocer que existe el mal.

Toda la vida se ha podido esconder la basura debajo de la alfombra, pero, al fin y al cabo, basura es y sigue existiendo debajo del paño. Es el moderno nihilismo, el rechazo de partida y sin principios de todo valor moral, el abismo de las conciencias dormidas.

En nuestras manos está la senda a recorrer

Necesario en la sociedad el examen de conciencia

No debe reducirse la reflexión a una supuesta, por cierta, pérdida de referentes religiosos, en un entorno irreversible de secularización a corto plazo, sino que debe extenderse, por cierta también, a una pérdida de valores inherentes al ser humano, sobre lo que es el mal y lo que es el bien, pues en nuestras manos está elegir la senda que tenemos que recorrer.

Una vez diagnosticada la patología procede investigar las causas y las responsabilidades de esta sociedad yugulada en su momento por el determinismo, y ahora en tiempos más recientes, por la comodidad y la indiferencia.

Vamos saliendo poco a poco de la pandemia. Photo by Artem Beliaikin

Reconstrucción tras la pandemia

Las sociedades débiles, incapaces de dar respuesta a sus dilemas éticos, se manejan en el arte de la socialización de la culpa, así la culpa propia es inexistente. Y como hay muchos que son además incapaces de urdir un argumento medianamente inteligente para volcar la responsabilidad en otros, tiran de manual o de periódico para reproducir el contenido de la cháchara del rebaño. Cuando se lee o escucha el discurso rampante sobre la reconstrucción nacional tras la pandemia en el Congreso de los Diputados, dan ganas de convertirse también en un nihilista, aunque sea por evitar entender estas posiciones.

En cambio, urge resistir a riesgo de no ser entendido o a riesgo de fenecer en el intento. Y es que no hay un ápice de verdad en muchos prejuicios, salpicados de falacias históricas y cuentos de noche de verano, pero cuidado con apartarse un centímetro de la doctrina oficial de partido o del apóstol radiofónico, que acabas civilmente muerto. Y en algo les va la vida porque más de uno vive de la mamandurria de la pertenencia al grupo.

La transición ecológica es la solución a la crisis

El futuro de la sociedad, la recuperación verde

La sociedad estacionaria, antes y ahora, no admite disidentes, ni análisis no compartidos. De hecho, la sociedad estacionaria solo admite el estancamiento y la inercia de los principios conocidos. Hay una esperanza: la transición ecológica, más por necesidad en algunos casos que por convicción. Quizá la naturaleza misma, como en el origen de los tiempos, sea el factor que desencadene el cambio.

Mario Garcés

Político, jurista y escritor. Inspector de Hacienda de profesión, ha sido Subsecretario del Ministerio de Fomento y Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.

Share
Publicado por:

Entradas recientes

  • JOYAS Y RELOJES

Christie´s subastará la joya más valiosa de Asia este 2025

The Royal Blue. Ese es el nombre de la joya más valiosa que saldrá a… Leer más

41 minutos ago
  • JOYAS Y RELOJES

Chaumet viste su escaparate parisino con uniformes reciclados

Chaumet ha mostrado su apoyo a la moda circular con la transformación de sus escaparates de… Leer más

42 minutos ago
  • MODA

Glenn Martens juega con los iconos de H&M en su esperada colaboración

H&M vuelve con su apuesta de democratizar el lujo con una nueva colaboración de Alta… Leer más

44 minutos ago
  • JOYAS Y RELOJES

Las exportaciones de relojes suizos a Estados Unidos se desploman en septiembre

La Federación de la Industria Relojera Suiza ha confirmado que las ventas de relojes con… Leer más

47 minutos ago
  • CASA REAL BRITÁNICA

Un libro revela, entre otras cosas, que el príncipe Andrés lleva 20 años sin pagar el alquiler

El príncipe Andrés llevaría unos 20 años sin pagar el alquiler de la mansión que… Leer más

3 horas ago
  • JOYAS Y RELOJES

Tres relojes para el aniversario histórico de Audemars Piguet

Con motivo de su 150 aniversario, Audemars Piguet está impulsando una serie de actividades y… Leer más

6 horas ago