La cosmética en España crece impulsada por la vanguardia
Cada español se gastó de media en 2024 algo más de 221 euros en productos cosméticos.
Los historiadores y arqueólogos bien saben que hace dos mil años, en la Hispania romana, ya se utilizaban ungüentos y perfumes elaborados con aceite de oliva, flores, resinas y especias. Así lo confirmó hace justo dos años un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba. Dirigidos por el catedrático de Química Orgánica, José Rafael Ruiz Arrebola, los investigadores encontraron en una urna funeraria, en el municipio de Carmona (Sevilla), un pequeño frasco junto a los restos de una mujer de entre 30 y 40 años.
Aquel frasco de cristal de roca, tallado en forma de ánfora, contuvo alguna vez una base de aceite vegetal, posiblemente de oliva, y un aroma elaborado a partir de una planta de origen india. Se trataba de la Pogostemon cablin, muy empleada en la perfumería y cosmética actual y que todos conocemos como pachuli o pachulí.
Desde entonces, mucho ha cambiado el mundo de la cosmética en España. Pero seguramente, el interés por ella siga siendo el mismo. Porque la industria cosmética es uno de los principales sectores que contribuye al dinamismo económico de la sociedad española.
La industria cosmética en la economía española
Los datos de empleo indican que el sector ha pasado de representar el 1,2 % al 1,6% del total del empleo en nuestro país. En la actualidad, emplea de manera directa a más de 50.200 trabajadores (el 60 % son mujeres) y a más de 300.000 de manera indirecta.
Desde su principal asociación, Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), afirman que el 21 % del empleo en la industria cosmética son perfiles científicos como biólogos, químicos o farmacéuticos.
La cosmética creada en España es de primer nivel
La cosmética española es reconocida internacionalmente por su calidad, por su diseño e innovación. Marcas como Natura Bissé, Cantabria Labs, Martiderm, 3INA, Lola Makeup o ISDIN aportan prestigio y vanguardia con enorme presencia internacional.
De hecho, España es el quinto mercado de cosmética en Europa (cuarto UE), solo por detrás de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Exportamos más cosméticos, perfumes y productos de cuidado de la piel que otros sectores como el vino, el calzado o el aceite de oliva. En este sentido, sus exportaciones, incluyendo aceites esenciales, crecieron el año pasado un 23 %, alcanzando un récord de 9.589 millones de euros, según Stanpa.
El bienestar crece en importancia tras la pandemia
En su Radiografía del sector en España 2024, Stanpa refleja cómo la cosmética espñañola ha crecido exponencialmente tras la pandemia. En los últimos cuatro años, la industria en nuestro país ha pasado de contribuir el 0,9 % al 1,03 % del PIB. El año pasado el sector creció el 7,7 %, el doble del aumento del PIB nacional.
Solo en España, el consumo superó los 11.200 millones de euros. Es decir, que cada español se gastó de media en 2024 algo más de 221 euros en productos cosméticos. Un consumo que se concentra, especialmente, en el cuidado personal y que refleja la cada vez más evidente concienciación de toda una sociedad con su propio bienestar. Nos importa cada vez más mantener un aspecto cuidado y madurar de la manera más saludable posible.
Así, para el 70 % de los consumidores españoles el cuidado personal se ha convertido en una de las principales actividades a las que recurren para sentirse bien, solo por detrás del ejercicio físico y la relajación.
España es el segundo exportador mundial de perfumes
Las fragancias, con un crecimiento del 11 %, experimentan el mayor crecimiento entre los productos cosméticos creados en nuestro país. Y además, España es el segundo mayor exportador mundial de perfumes, solo por detrás de Francia.
En ello, Puig tiene mucho que decir. Tras su estreno en Bolsa en mayo del año pasado, la multinacional familiar no ha parado de crecer. Solo en el primer trimestre del presente año las ventas de productos de cuidado de la piel, que suponen el 12 % de sus ingresos totales, crecieron un 7,2 %.
Aunque lo que más contribuyó a la facturación del grupo catalán son las fragancias (el 74 % de las ventas), con un crecimiento del 10,4 %. En su primer año en Bolsa, Puig ganó un 11,6 % más, superando los 500 millones de euros de beneficio. Marc Puig, presidente y Consejero Delegado del grupo, destacó durante la presentación de resultados que seguirá creciendo este año, sobre todo en Estados Unidos.
Un mercado donde Puig tiene menor cuota de mercado que otras grandes del sector como la división de fragancias y cosméticos de LVMH o Estée Lauder. “Creemos que tenemos la posibilidad de ir cerrando progresivamente esta brecha, y esa es probablemente una de las razones por las que hemos visto nuestro crecimiento aún más rápido que otros en ese mercado”, afirma Marc Puig. Según Euromonitor International, la industria de las fragancias crecerá en todo el mundo un 7 % entre 2024 y 2025, hasta alcanzar los 77.730 millones de dólares.