Fallece Brigitte Bardot, una leyenda tan admirada como discutida
Brigitte Bardot fue una leyenda del cine y la moda, defensora de los animales y figura cuya radicalidad empañó parte de una carrera artística histórica.
Brigitte Bardot, fallecida a los 91 años, fue una de las figuras más influyentes, complejas y controvertidas del siglo XX. Considerada por muchos la mujer más sensual de su tiempo, durante muchos años se la comparó con Marilyn Monroe. Su impacto trascendió ampliamente el cine para marcar el mundo de la moda, la cultura popular, la liberación sexual femenina y, más adelante, el activismo animalista.
Nacida en París en 1934 en una familia burguesa y conservadora, Bardot creció bajo una educación estricta. Algo que chocó con su carácter indomable. Formada en ballet clásico, desarrolló una elegancia natural que más tarde definiría su presencia en pantalla.
Brigitte Bardot popularizó el bikini
Sus primeros pasos profesionales fueron como modelo. Una portada de revista la puso en el radar del director Roger Vadim. Se convertiría en su primer marido y en una figura clave de su carrera.
Su consagración llegó en 1956 con Y Dios creó a la mujer. Una película que escandalizó en su momento por su carga erótica y por presentar a una mujer libre, sensual e independiente, alejada de la moral tradicional.
Desde entonces, Bardot se convirtió en un mito internacional y en un nuevo arquetipo de sensualidad femenina: espontánea, desafiante y no sumisa. Popularizó el bikini, inspiró tendencias como el escote Bardot y fue musa de artistas, cineastas y diseñadores.
Artista indomable y polifacética
Durante las décadas de 1950 y 1960 rodó cerca de 50 películas y trabajó con directores de prestigio como Jean-Luc Godard, Louis Malle o Henri-Georges Clouzot. Aunque demostró talento interpretativo, su imagen de símbolo sexual eclipsó a menudo su faceta como actriz, algo que ella misma lamentó. Paralelamente, desarrolló una exitosa carrera musical con más de 20 discos.
Su vida personal estuvo marcada por relaciones turbulentas, cuatro matrimonios, depresión y varios intentos de suicidio. Agobiada por la fama y el acoso mediático, en 1973 se retiró definitivamente del cine con solo 39 años, instalándose en Saint-Tropez. En varias entrevistas reveló que la fama le impidió vivir con la intimidad que necesitaba.
Desde entonces, dedicó su vida al activismo por los derechos de los animales. En 1986 fundó la Fundación Brigitte Bardot y protagonizó campañas icónicas contra la caza de focas, la tauromaquia y el maltrato animal.
Sus últimas décadas estuvieron marcadas por fuertes polémicas debido a declaraciones xenófobas, homófobas y su apoyo a la ultraderecha francesa.
