Forest Lodge, la mansión con oscuro pasado del príncipe William y Kate Middleton

Esta casa nacida del esplendor imperial y con un oscuro pasado, vuelve a ocupar un lugar central en la historia contemporánea de la monarquía británica.

Iván Perlado. 14/10/2025
(Foto: Wikimedia)

Forest Lodge, la próxima residencia del príncipe William y Kate Middleton, es una distinguida mansión georgiana situada en Windsor Great Park. Encierra entre sus muros una historia plagada de contrastes: esplendor arquitectónico, vínculos con la realeza británica y un oscuro pasado colonial.

Construida en la década de 1770, fue obra del arquitecto Sir Jeffry Wyatville, célebre por haber remodelado partes del Castillo de Windsor durante el reinado de Jorge IV. Los jardines fueron diseñados por Humphry Repton, sucesor del legendario paisajista Capability Brown, y reflejan el refinado gusto estético de la época.

Príncipe William Kate Middleton Forest Lodge (Foto: Gtres)
(Foto: Gtres)

Forest Lodge tuvo un polémico primer inquilino

El arquitecto Wyatville, fascinado con su creación, entonces llamada Holly Grove House y coronada por una cúpula de estilo indio, consideró habitarla él mismo. Sin embargo, la propiedad fue adquirida por Spencer Mackay, un escocés enriquecido gracias a las plantaciones de café, azúcar y ron en la Guayana Británica.

Su primer propietario ocultaba detrás de su fortuna una de las páginas más trágicas de la historia británica. Mackay fue un activo propietario de esclavos, responsable de la explotación de cientos de africanos trasladados en condiciones inhumanas desde África Occidental.

En 1823, esclavos de sus plantaciones participaron en la rebelión de Demerara, en la actualidad Guyana. Un levantamiento motivado por un bulo. La falsa creencia de que el Parlamento británico había decretado la abolición de la esclavitud. La insurrección fue sofocada brutalmente. Entre 9.000 y 12.000 esclavos se unieron al alzamiento. Muchos de ellos a cargo de Spencer MackayCientos de esclavos murieron en la represión posterior. 

Forest Lodge (Foto: Gtres)
(Foto: Gtres)

La casa ha tenido varios inquilinos y ha sido reformada varias veces

En violento suceso que aceleró la abolición de la esclavitud, establecida por ley finalmente en 1833. Sin embargo, Mackay recibió una generosa compensación económica equivalente a unos 10 millones de libras actuales. Tras enriquecerse aún más, se trasladó a Londres, dejando atrás su casa en Windsor, que pronto sería adquirida por la Corona británica.

Convertida en residencia oficial del guardabosques adjunto de Windsor Great Park, en la mansión residieron durante corto tiempo diversas figuras ilustres ligadas a la corona.

Entre ellas Sir William Fremantle, Francis Seymour (quinto marqués de Hertford) y el coronel Augustus Liddell, tío de Alice Liddell, la niña que inspiró Alicia en el país de las maravillas. Durante su estancia, la casa recibió visitas notables y reforzó sus vínculos con la monarquía victoriana.

Forest Lodge (Foto: Gtres)
(Foto: Gtres)

Las restauraciones han conservado sus principales elementos arquitectónicos

En la década de 1930, el rey Eduardo VIII decidió arrendarla casa a su escudero, Sir John Aird. Este personaje desempeñó un papel indirecto en la célebre crisis de abdicación de 1936.

Fue él quien gestionó el alquiler del yate Nahlin, donde se reveló públicamente la relación entre Eduardo VIII y Wallis Simpson, precipitando la renuncia del monarca.

Rebautizada como Forest Lodge, la propiedad fue reformada según los diseños de Richardson & Gill y continuó alojando a miembros de la nobleza.

Restauraciones que han conservado su arquitectura de ladrillo rojo, tejado de pizarra y elegantes interiores de estilo georgiano, con chimeneas de mármol y techos decorativos.

Príncipe William Kate Middleton Forest Lodge (Foto: Gtres)
(Foto: Gtres)

En la actualidad, Forest Lodge sigue siendo parte del patrimonio de la Corona británica. En 2025, se aprobó un nuevo plan de reformas menores y se anunció que el príncipe William y Kate Middleton planeaban mudarse allí con sus hijos. La zona exterior posee un pequeño lago y hasta un huerto propio.

Su intención es quedarse allí a vivir, abonando el alquiler de la propiedad, incluso cuando el príncipe William acceda al trono. Así, esta casa nacida del esplendor imperial y con un oscuro pasado marcado por la esclavitud, vuelve a ocupar un lugar central en la historia contemporánea de la monarquía británica.

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