China y la inestabilidad económica lastran las cuentas de Swatch
Swatch atraviesa una etapa desafiante marcada por la debilidad de su principal mercado, China, la presión cambiaria y la incertidumbre geopolítica.
Las ventas de Swatch en la primera mitad de su ejercicio fiscal caen un 7,1 % a tipos de cambio constantes, alcanzando los 3.060 millones de francos suizos (unos 3.820 millones de dólares). Una cifra que se sitúa por debajo de las expectativas de los analistas, que proyectaban unas ventas de 3.200 millones de francos.
Apuntan a que el motivo principal de este descenso fue la persistente debilidad del mercado chino, una región clave para la compañía. Representa el 27 % de sus ventas anuales, incluyendo China continental, Hong Kong y Macao.
Las ventas de Swatch mejoran en Norteamérica
El impacto de esta desaceleración fue significativo en los resultados financieros de Swatch. Su beneficio operativo se desplomó casi un 67 %, pasando de 204 millones a tan solo 68 millones de francos suizos. La empresa atribuyó al descenso de beneficios exclusivamente a la caída de la demanda en China. Aunque otras regiones, como Norteamérica, mostraron un comportamiento sólido con un crecimiento de ventas de dos dígitos, no fue suficiente para compensar la contracción en Asia.
Además del enfriamiento del mercado chino, Swatch enfrenta otros desafíos globales. En particular, la fortaleza del franco suizo, impulsada por las políticas comerciales del presidente estadounidense Donald Trump, que ha encarecido los productos suizos en el exterior, lo que reduce su competitividad. La compañía informó que este efecto cambiario tuvo un impacto negativo de 113 millones de francos suizos, lo que se traduce en una caída del 10,4 % en ventas netas a tipos de cambio actuales.
Optimismo de cara al resto de ejercicio
El informe semestral, que marca la primera actualización financiera importante del grupo en 2025, llega en un contexto tenso para la industria relojera suiza en general. El sector ha experimentado una disminución en las exportaciones en un entorno de creciente incertidumbre. Tanto por la guerra comercial global, como por el debilitamiento de la demanda del lujo en Asia.
Swatch gestiona 16 marcas que abarcan desde los accesibles relojes de cuarzo bajo la misma marca, hasta piezas de alta gama como Omega, Rado, Blancpain o Harry Winston. Sigue siendo un actor clave del sector, pero sus resultados recientes reflejan una mayor presión competitiva y macroeconómica.
Sin embargo, la empresa se mostró optimista respecto al futuro inmediato. Ve señales tempranas de recuperación en el comercio electrónico, así como una reducción de inventarios en los minoristas chinos. Swatch espera que el mercado en la Gran China mejore en la segunda mitad del año, lo que podría ofrecer cierto alivio tras un semestre complicado. El grupo mantiene el optimismo de cara a lo que resta de ejercicio.