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No conviene regañar al niño culpándolo de lo sucedido. Nada más verle hay que manifestarle alegría por haberle encontrado. “El niño… ¡que se ha perdido!” Esta frase escenifica una de las peores pesadillas a las que se puede enfrentar un padre. El verano y la playa aumentan las probabilidades de que nuestros hijos se despisten y conviene maximizar las precauciones para que no se pierdan. En nuestro país se producen hasta 14.000 denuncias al año por desapariciones de menores de edad. Si esta cifra asusta, este siguiente dato pone los pelos de punta: sólo en la Unión Europea desaparecen alrededor de 250.000 niños al año. O lo que es lo mismo, cada dos minutos desaparece un niño en Europa. Sin embargo, el 50% de las desapariciones se deben a una fuga voluntaria. Del resto, el 36% corresponde a secuestros parentales y sólo un 2% se trata de secuestros criminales, según los datos de la Federación Europea de Niños Desaparecidos. Lo mejor es decirle al niño que si no nos ve, se quede donde está Existen casos abiertos desde hace años, algunos tan mediáticos como el de Madelaine, la niña británica desaparecida en Portugal en el año 2007 y cuya investigación ha tenido en estos meses varios giros inesperados: la publicación de un libro por parte del investigador del caso, en el que el policía luso sostiene que los padres son los culpables de una muerte accidental de la niña y, más recientemente, el hallazgo hace pocos días en Australia de una maleta con restos humanos que podría pertenecer a la pequeña. Madelaine McCann lleva años desparecida Fuera de las desapariciones, que se consideran tal a partir de las 24 horas, hasta el 90% de las familias ha perdido a alguno de sus hijos al menos en alguna ocasión y aunque sea por un momento. Los sitios de riesgo más habituales son parques, aeropuertos, grandes superficies y playas. ¿Cómo evitarlo? ¿Qué hacer si se nos pierde el niño? Existe un teléfono europeo único, el 116000, en el que poder denunciar la desaparición de un niño o datos relacionados con ésta. Consejos para evitarlo Indicar alguna identificación con el nombre del niño y nuestro número de teléfono (nunca la dirección). También se le puede escribir en el brazo. Dar instrucciones al niño de lo que tiene que hacer si se pierde: que se quede donde está y tú acudirás a buscarlo a él. Si pide ayuda, que sea a una madre con hijos preferiblemente. Si se acude con él a un sitio con mucha gente, a ser posible vístele de un color chillón o llamativo. Instruir al niño para que no se quite el jersey o abrigo que lleve puesto. Si el niño va con su cuidadora, darle estas mismas indicaciones a ella. “Desaparecidos en España” de Roger Pascual. Comprar libro haciendo clic aquí. Drcha: Serie de TV con Adriana Ugarte sobre un caso real. Comprar serie haciendo clic aquí. ¿Qué hacer si nuestro hijo desaparece? Además del teléfono europeo único se puede contactar directamente con ANAR en el 900 20 20 10. Esta fundación de ayuda a menores en situación de riesgo está a cargo de la gestión del número europeo desde el año 2010.

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