Foto: @amas Instagram.
Jennifer Lopez fue una de las grandes ausentes en la Gala MET. Tras deslumbrar el año pasado con su vestido joya de Schiaparelli, en esta edición ni se asomó a las escaleras del museo. Quizás el motivo de su ausencia fue la estresante preparación de sus looks para los American Music Awards.
Y es que la cantante, que ejerció anoche de maestra de ceremonias de la gala, posó ante las cámaras con un total de siete looks. Vestidos, monos y trajes a cada cual más diferente, con los que Jennifer Lopez dio una lección de estilo y rapidez para cambiarse.
A su llegada a la alfombra roja de los American Music Awards Jennifer Lopez cautivó a los allí presentes con un espectacular vestido que dejaba completamente a la vista su cuerpo. Lo más llamativo del diseño era su pronunciado escote, que se alargaba por debajo del ombligo, y los miles de cut out unidos por unas anillas, que daban forma al vestido, el cual terminaba en una larga cola. Un diseño fluido, de inspiración griega y color marrón que firmaba Defaïence.
Nada más arrancar la gala hizo su primer cambio de vestuario para cantar. La diva del Bronx cambió su sugerente vestido por un ajustado mono transparente efecto nude, decorado con miles de piedras, brillantes y parches negros en la zona del pecho, cintura y piernas. Un traje de estética futurista que firma el diseñador Michael Ngo.
El siguiente cambio fue su primer look como presentadora. JLo escogió un elegante y brillante vestido plateado con pronunciado escote en V y silueta ajustada, que dejaba a la vista sus piernas con una gran raja central en la falda.
Completó el look con una espectacular capa de un color azul turquesa brillante y decorada con miles de bordados de rosas y mariposas. Un look de ensueño que pertenece a la colección primavera/verano 2025 de Miss Sohee.
Su cuarto vestido fue uno de los más aplaudidos de la noche. Hablamos de un diseño de malla dorada con escote halter y dos pronunciadas aberturas en las caderas que dejaban completamente al aire sus piernas.
A este le siguió el que fue su cambio más discreto de la noche, un diseño de escote palabra de honor, ajustado al cuerpo, largo hasta el suelo y con caderas pronunciadas. Un vestido que firma David Koma y que destacaba por su potente color azul eléctrico.
Sin duda, vestido que más llamó la atención del público fue el sexto. Se trata de un diseño compuesto por una parte de arriba en forma de cruz, atada al cuello y que tapa el pecho, que dejaba a la vista su trabajado abdomen. Éste se unía a una falda larga hasta los pies y decorada con miles de flecos brillantes. Un diseño que firma Bronx y Banco.
Para cerrar la noche, Jennifer Lopez se cambió una última vez y subió al escenario enfundada en un mono de lentejuelas negras, que destacaba por su bonita y atrevida parte de arriba, compuesto a partir de un rombo, que se ataba al cuello y dejaba a la vista parte del abdomen, la cadera y toda la espalda.
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