Foto: Rolls-Royce
Si por algo se caracterizan los coches que salen de la fábrica de Rolls-Royce es por su pasión por el detalle y su cercanía con sus afortunados clientes. Dos ingredientes que se conjugan a la perfección en el nuevo juego de ajedrez que ha lanzado la marca. Un juego tradicional en el que la casa ha volcado toda su experiencia, creando artesanalmente unas piezas de aspecto contemporáneo e incluso futurista.
De hecho, Nick Abrams, diseñador de accesorios de Rolls-Royce, ha definido a este ajedrez como “una extensión discreta, hermosa y auténtica de nuestra marca”. Una obra de arte contemporánea por sí misma, además de un juego práctico y divertido, que además ofrece numerosas posibilidades de personalización.
Así, el juego de ajedrez de Rolls-Royce fue diseñado para dar sensación de movimiento. Al abrirlo, una base revestida de cuero se eleva suavemente desde el centro, haciendo referencia a las líneas ondulantes de los automóviles de la marca. De hecho parece flotar, mostrando las piezas que permanecen guardadas y sujetas magnéticamente en su interior.
Es más, para remarcar el cuidado al detalle de la casa, se han incorporado imanes ocultos bajo la superficie de juego. Esto garantiza que las piezas permanezcan perfectamente alineadas durante el juego, generando en cada movimiento una sensación de precisión total. Para ello, el equipo de diseño experimentó con seis tipos diferentes de imanes para identificar la fuerza óptima que sujeta las piezas y les permite flotar sin esfuerzo por el tablero.
Tanto el tablero, de grandes dimensiones, como el portapiezas, están enmarcados con bordes de aluminio pulido. Y como no podría ser de otra forma, un emblema del Espíritu del Éxtasis, también de aluminio pulido, aparece en la parte delantera y trasera del juego.
Por su parte, las piezas son auténticas esculturas. Para crearlas, los diseñadores estudiaron el perfil de las piezas de ajedrez tradicionales, para eliminar sus formas redondeadas y crear superficies facetadas de aluminio con revestimiento cerámico.
Además, las piezas de ajedrez negras tienen un acabado satinado, mientras que las blancas presentan un sutil tratamiento iridiscente. Sin embargo, todas están coronadas por una cabeza de acero inoxidable pulido con un acabado de joya.
Por último, y como todo Rolls Royce que se precie, el ajedrez también se puede personalizar. El tablero está disponible en cuatro combinaciones de chapas, cada una dispuesta para crear un patrón de diamante visto desde arriba.
También se puede elegir 13 colores de cuero, lo que les permite personalizar tanto el exterior como el portapiezas según sus necesidades.
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