A finales del siglo XIX comenzó a comercializarse algo similar a lo que llamamos frigorífico. Era enorme, rudimentario y ruidoso pero cumplía la función para la que fue creado, mantener el frío. Hubo que superar la mitad del siglo XX para que apareciera en el mercado una lavadora como las que usamos hoy, es decir, capaz de lavar pero también de escurrir la ropa en su ciclo de limpieza. Los electrodomésticos que poco a poco fueron entrando en las casas llegaron para apropiarse de un espacio y no abandonarlo. Son elementos necesarios y capaces de facilitar las tareas de cualquier hogar. La tecnología avanza y poco a poco nuevos dispositivos domésticos llegan para colonizar nuestras casas. La propuesta que plantea Samsung puede que también sea capaz de conquistarnos, se llama Samsung AirDresser.
El aspecto exterior es mitad armario, mitad un frigorífico estilizado, pero no tiene nada que ver con ninguno de los dos. Se trata de un vaporizador de ropa. Una forma diferente de tratar y limpiar nuestras prendas. Es capaz de desodorizar, desinfectar y hacer desaparecer las arrugas únicamente utilizando dos elementos al mismo tiempo, vapor y calor. Su filtro desodorizante es capaz de destruir el 99% de los olores que se quedan impregnados en los tejidos. Humo, sudor u otros olores persistentes desaparecen fácilmente y nuestras prendas quedan limpias tras pasar por el vapor del AirDresser.
La mayoría de la ropa que lavamos no necesita todo el proceso que nos ofrece una lavadora. Para eliminar grandes manchas, restos de comida o líquidos la lavadora sigue siendo imbatible pero no todos los días es necesario ese tránsito de limpieza. La inmensa mayoría de la ropa que utilizamos la metemos en la lavadora para eliminar olores. Con este electrodoméstico cuidamos más el tejido de la ropa, cuidamos el medio ambiente reduciendo de manera drástica el consumo de agua y además el vapor hará que no tengamos ni que planchar. La ropa nos durará más, estará mejor cuidada y libre de las bacterias que provocan los malos olores.
El proceso de lavado tarda menos de 25 minutos y mediante una aplicación instalada en nuestro móvil podremos seleccionar el tipo de limpieza que necesitemos. Los diferentes programas están pensados para adaptarse a todo tipo de tejidos. Cuando el AirDresser concluya su labor higienizante recibiremos una notificación en nuestro teléfono. Se comercializa en dos tamaños, el mayor de ellos tiene un precio que ronda los 900 euros. No es barato, pero es el peaje de ser un invento interesante, innovador y con ganas de cambiar el futuro. De momento, seguiremos necesitando la lavadora pero puede convertirse en uno de nuestros electrodomésticos favoritos puesto que nos hará ganar tiempo, ahorrar dinero y cuidar nuestras prendas más delicadas sin tener que visitar la tintorería.
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