Seúl es una de las ciudades más innovadoras del mundo. Esto es algo que ya teníamos claro, pues en algunas ocasiones hemos visto su decidida apuesta por la arquitectura de vanguardia, incluso ecológica. Pero la ambición de crecer no debe tener límites y parece que la capital de Corea del Sur no se va a dar pon vencida en la moderna carrera por ofrecer espectaculares espacios. Al menos, así lo demuestra con su noria.
En esta línea, el alcalde de la ciudad, Oh Sehoon, anunció un más que ambicioso plan para elevar aún más el listón internacional del ocio, llamando así a más turistas.
Se trata de la construcción de un enorme anillo, una “rueda de la fortuna” o noria, de dimensiones fuera de lo razonable. Nada más y nada menos que 180 metros de diámetro.
Pero, aunque muchos no nos lo creamos, una noria de estas dimensiones no es ya una novedad. Dubái posee una noria de 250 metros de diámetro.
Eso sí, la diferencia entre estas dos norias, y lo que hace única a la que se va a construir en Seúl es que no tendrá radios, dejando todo su interior vacío, como si de un anillo de bodas se tratara.
Y es que los creadores del Seoul Ring, así se llamará, lo han asemejado a un anillo en sus detalles. Van a dotar a la atracción de paredes metálicas, con tonos plateados, y una fina estructura que lucirá esquelética frente al cielo del país, máxime cuando el lugar en el que se instalará será un antiguo vertedero transformado en parque. Hablamos del Haneul Park, popular por albergar el estadio de la Copa del Mundo.
En China, concretamente en Shandong, la noticia no ha sentado muy bien, dado que hasta que se construya esta maravilla tecnológica, son los poseedores de la rueda sin radios más grande, con 145 metros de diámetro. Esta la sana competencia le va a costar a las arcas públicas unos 300.000 millones de wones, 203 millones de euros al cambio, a día de hoy. Y es que esta es la cantidad que estiman costará la construcción.
Por supuesto, la rueda funcionará de forma eficiente, gastando energía solar gracias a modernos captadores que convertirán calor en energía eléctrica.
En su piel, 36 cápsulas de vidrio giraran lentamente por los 566 metros de circunferencia (aplicando la fórmula L=2*π*R, siendo R el radio del círculo, ¡¡cómo nos gustan las mates!!) dejando que sus expectantes usuarios disfruten de unas vistas increíbles.
Cada vehículo poseerá espacio para 25 personas, y las autoridades esperan la atracción sea utilizada por 1.200 personas al día, lo que vienen a ser unas 400.000 personas al año. Es decir, tantas personas como las que habitan una ciudad como Palma en las Islas Baleares, o como Las Palmas de Gran Canaria en las islas Canarias.
Pero espera, que hay más. Tienen previsto instalar tecnología de realidad aumentada en las cápsulas, con la que transmitir a los turistas información y referencias históricas del paisaje circundante. Y es que las vistas serán… ¡¡de aúpa!! Con el rio Han y la ciudad de Seúl a sus pies, el Gobierno Metropolitano entiende que la ubicación es parte del simbolismo de una Corea unificada.
Por supuesto, la construcción marcará un antes y un después en la ciudad, generándose una nueva visión de la silueta de la metrópolis desde el rio, y proveyendo de un nuevo emblema plateado al largo simbolismo coreano. Cuando se construya tendremos un motivo más para viajar a Corea, aunque lo más importante es que tendremos un motivo más para imitar su forma de entender la arquitectura: con audacia.
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