Chocolates Paria: de la flor al bombón

Aprovechar las ventajas que cada país ofrece y rentabilizar en diferentes acciones su riqueza, es algo que suma a la proyección del lugar. En un momento en el que parece que todo está inventado y en el que queda poco espacio para la innovación, siempre aparece una vía creativa a la que dar forma. Y con esta premisa nacieron los Chocolates Paria.

El chocolate venezolano

La península de Paria, bautizada por Cristóbal Colón como Tierra de Gracia, está ubicada en el estado venezolano de Sucre y es uno de los lugares más impresionantes de la geografía del país. En ella conviven desde las playas más exóticas hasta bosques de montaña, pasando por extensas sabanas y parques nacionales reconocidos internacionalmente.

Por otro lado, el cacao es un fruto que se cultiva en países tropicales donde la tierra y el clima son propicios para su desarrollo. El de Venezuela está considerado uno de los mejores del mundo y se caracteriza por su aroma intenso y sabor agridulce.

La apuesta consciente de los Chocolates Paria

La producción artesanal de alta calidad es el compromiso que contrajo la modelo y actriz venezolana Irene Esser al lanzarse a la aventura empresarial de los Chocolates Paria. De hecho, en sus producciones se utiliza únicamente cacao orgánico y técnicas de cultivo sostenibles. La firma trabaja con productores locales que utilizan técnicas de cultivo orgánico, sin el uso de pesticidas y fertilizantes químicos.

Hay que decir que el cacao es rico en antioxidantes y flavonoides, que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento prematuro. Y que además es una fuente importante de minerales como el hierro, magnesio y zinc.

Todo resto convierte a estos chocolates no solo en una experiencia para los sentidos y en algo beneficioso para la salud, siendo también en delicias respetuosas con el medio ambiente. 

Pronto en España

Tras triunfar en Venezuela, su país de origen, los Chocolates Paria se asentaron exitosamente también en otros países de América Latina, donde cuentan con tiendas específicas de la marca. Una vez conquistado ese terreno, el negocio familiar (que nació en 2021) quiere cruzar el charco y dar a conocer en España sus productos autóctonos. En breve los chocolates se venderán en espacios gourmet y podrán comprarse también en su tienda online. Entonces conoceremos la esencia auténtica del proceso “de la flor al bombón”.

Su portfolio incluye tabletas de chocolate (desde 50 % al 100 % de cacao), con leche y tres especias; así como bolsas y cajas de bombones variados. Entre estas últimas destacan las pintadas a mano, con tapas de vitrales o con tejido tirite. Todas perfectas opciones para regalar… y regalarse.