Steve Bing, el ex de Liz Hurley, escribió cartas a sus hijos antes de suicidarse

Con el paso de los días, los investigadores van aclarando los detalles del fallecimiento de Steve Bing. El productor cinematográfico se precipitó el pasado 23 de junio desde el piso 27 del lujoso edificio de apartamentos en el que residía, en el exclusivo barrio de Century City, al oeste de Los Ángeles. Medios británicos, citando fuentes cercanas a la investigación, señalan que Bing dejó sendas cartas de despedida a sus dos hijos. Kira (de 21 años), fruto de su matrimonio con la tenista Lisa Bonder y Damian (de 18 años), que nació durante su relación con la actriz Elizabeth Hurley.

A sus 55 años, Bing destinaba gran parte de su tiempo a participar en acciones benéficas. Pero la relación con sus hijos y sus ex-parejas era prácticamente inexistente. A Damian ni siquiera le conocía y es muy relevante que su paternidad tuvo que ser ratificada en los tribunales.

Steve Bing tenía una profunda depresión

Dichas fuentes señalan que el millonario productor cinematográfico llevaba un tiempo bajo tratamiento debido a una depresión. Las medidas de confinamiento para frenar la expansión del Covid-19 no le habrían ayudado y su situación se habría agravado. Amigos cercanos han declarado que padecía un trastorno bipolar y que les había extrañado que se mudara al edificio desde el que cayó.

Siempre había sido un tipo más bien solitario y su actual vivienda estaba en uno de los edificios más sociables de Beverly Hills. Rodeado de raperos, artistas, músicos y gente del cine, Steve Bing no habría encontrado su sitio. Se estima que ha dejado una fortuna cercana a los 500 millones de dólares. Y no está aún muy claro cómo quedará el destino de la misma. Liz Hurley, que le dedicó unas sentidas palabras en su cuenta de Instagram, confirmó que tras la mayoría de edad de su hijo, habían retomado cierto contacto. Pero sus hijos solo cobrarán parte de la herencia si así lo ha estipulado en su testamento el millonario fallecido.