Foto: Rubén Vega
Álvaro Rico es de esa nueva hornada de actores que ha venido para quedarse. Su debut como intérprete fue representando “La Celestina” en el teatro. Luego vinieron “Centro Médico”, “Velvet Colección” y “Élite”. Le vimos en “Alba” y ahora en la nueva temporada de “Madres”, pero le esperan nuevos proyectos que le tendrán en la cúspide mediática…
The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Álvaro Rico: Es mi profesión, es a lo que decidí dedicar mi vida. No existe nada más poderoso y nada más extraordinario que a lo que dedicas tu vida. Es como el amor de vida.
TL: ¿En el mejor de tus sueños imaginaste tener lo que has conseguido?
AR: Nunca me he movido por objetivos. Lo que sí he hecho ha sido soñar y soñar fuerte. Y esa ilusión no debe apagarse nunca a mi entender. Lo que trato de hacer es ser mejor persona y, por tanto, mejor actor. Y en eso estoy.
TL: ¿De niño eras el teatrero de la pandilla?
AR: Absolutamente. Me crié en un escenario.
TL: “La celestina”, “Centro médico”, “Velvet Colección”, “Alba”, “Madres”… ¿en la variedad está el talento?
AR: El paso de los años da para mucho y esta bendita profesión me está dando la oportunidad de poder desarrollar una carrera. Yo solo intento coger buenas historias y buenos personajes.
TL: Gabriel Cañizares, tu personaje en “Madres” ¿es soberbio y altivo como mecanismo de defensa a sus complejos?
AR: Soberbio y altivo para poder cambiar el rumbo de su vida, casi como un trampolín que le lance fuera de su origen y de un entorno delictivo. Él quiere romper con su origen, su pasado, para poder construir un futuro alejado de todo eso como médico. Lo bonito está en cómo se reconcilia con sus raíces y cómo entiende que rehuir de él lo convierte en una persona sin identidad. Solo sabiendo quién es verdaderamente podrá alcanzar todos sus sueños.
TL: ¿Entiendes que alguien pueda acomplejarse de su origen?
AR: Lo entiendo. Lo formalmente correcto es abrazar de dónde vienes pero cada caso es un mundo y tiene sus complejidades. No seré yo quien dé una lección moral sobre esto.
TL: ¿Por qué la audiencia puede llegar a empatizar con él?
AR: Por todo lo que estamos hablando. Es muy fácil comprender y empatizar con Gabriel. Tiene algo muy mágico este personaje porque, igual que en muchos momentos estás recriminándole incluso odiándole, cuando rascas un poquito en su interior aparecen verdades y un personaje muy sensible que sufre. Eso te hace posicionarte junto a él y no contra él.
TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
AR: Pocas cosas jajaja, pero son muchas las que intento. Me atrevo a decir que la cocina es una especialidad.
TL: ¿Quién o qué ha marcado realmente tu vida?
AR: Mi familia. A ella me debo y en ella me refugio.
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
AR: Muchas cosas… lo normal, disfrutar de un buen plan con buena compañía.
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión…
AR: September.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
AR: Deporte y biología.
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
AR: Un cuadro de Van Gogh.
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
AR: Nunca hice surf. No sé si se me resistirá.
TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
AR: Sí, a veces es más necesaria que una verdad.
TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
AR: Mis amigos y unas guitarras.
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
AR: Cariño.
TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
AR: A un joven con ganas de vivir y disfrutar.
TL: ¿Ese bien que más valoras?
AR: La autenticidad.
TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
AR: Lo típico, móvil, llaves de casa…
TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
AR: Cuando ocurra te lo cuento.
TL: ¿Tu mayor decepción?
AR: Nunca hay que esperar demasiado.
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
AR: A las personas que conozco, tal vez actores o deportistas a los que admiro, como todos.
TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
AR: Me pongo pesado por casi todo. Soy pesado en aquellas cosas que quiero conseguir.
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
AR: La grande belleza.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
AR: Me encanta comer y conocer lugares, hay muchas en el recuerdo.
TL: Sé que han sido muchas pero, ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
AR: Vivimos tiempos un poco oscuros que están llenos de mensajes de odio y guerra, cuando el siglo XXI debería ser un siglo para invertir en ciencia, cuidar el planeta y atajar el cambio climático. Ojalá impere la coherencia y seamos en definitiva un mundo mejor. Abrazo gigante amigos…
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