Foto: Gtres.
Tamara Falcó está ultimando lo detalles del que será su hogar junto a Íñigo Onieva. En apenas unas semanas, la hija de Isabel Preysler se mudará a su exclusivo ático de Puerta de Hierro. Sin embargo, Tamara parece que no está del todo conforme con cómo ha quedado el piso y ha decidido añadir unos detalles para hacerlo más privado y exclusivo.
La nueva casa de la marquesa de Griñón es un luminoso piso de 180 metros cuadrados distribuidos en un gran salón, cocina, cuatro dormitorios y tres baños, que ha reformado para que esté completamente a su gusto.
A ellos se le suma una espectacular terraza con vistas a todo Madrid, pero que parece a Tamara no gusta demasiado. Y es que en los últimos días hemos sido testigos de cómo ha crecido un inmenso bosque en la terraza, cambiándola radicalmente.
Al parecer, Tamara Falcó temía que los paparazzis pudieran hacer fotos de su nidito de amor a través de la terraza, por lo que ha decidido tunearla. Para ello ha añadido miles de setos frondosos que tapan por completo la vivienda, convirtiéndola en un bosque de lo más frondoso.
Esta misma mañana todavía los operarios se esforzaban para añadir con ayuda de una grúa más arbustos y plantas, haciendo que las ventanas de Tamara quedasen totalmente ocultas a la vista de los fotógrafos o cualquier persona que pasase por la calle.
Y es que parece que Tamara Falcó e Íñigo Onieva no quieren que nada ni nadie se cuele en su nidito de amor. Tanto que están dispuestos a vivir en mitad de un campo si es necesario.
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