Foto: Gtres.
Don Felipe, doña Letizia y sus hijas presidieron ayer en Santiago de Compostela uno de los actos más importantes y queridos por los españoles. Un año más la familia real al completo visitaba la capital gallega en su día grande para hacer la ofrenda al apóstol, un acto que llevan haciendo tres años seguidos y que se ha convertido ya en una tradición.
Entre gritos de “viva el rey”, Felipe VI y la reina Letizia llegaban acompañados de sus hijas a la Plaza del Obradorio. La familia real conseguía robar por un momento todo el protagonismo al apóstol por la expectación de su visita y los llamativos colores de sus looks. Y es que tanto la reina Letizia, como la princesa Leonor decidieron sumarse a la tendencia más colorida del verano y arriesgar con la combinación de colores.
La princesa Leonor volvía a decantarse por el rosa fucsia para esta cita, aunque lo hacía combinándolo con un color que muchos consideran prohibido. Escogió un vestido de corte midi, sin mangas y con vuelo, que destacaba por combinar los colores rosa y rojo. Un llamativo diseño de la firma española Cayro Woman, que combinó con sus habituales salones destalonados de color nude, de Carolina Herrera.
Como detalle, en el pecho lució el broche de la Insigne Orden del Toisón de Oro, la más alta distinción de la Corona española.
Frente al colorido look de Leonor, la infanta Sofía prefirió quedarse en un segundo plano, con un diseño más sencillo y de tono pálido. En concreto, escogió un elegante vestido de manga francesa, ajustado en el cuerpo y falda con pequeño vuelo, en color azul pastel. El vestido, que lo firma la marca Bruna, lo combinó con una de sus habituales manoletinas de la firma Polín et moi.
Aunque la princesa Leonor acaparó gran parte de las miradas, la reina Letizia no se quedó atrás. Y es que a diferencia de otras actos en los que deja brillar a su hija, en esta ocasión la reina rivalizó con ella escogiendo como protagonista de su look un potente color naranja.
La reina se decantó por un favorecedor vestido de cuello redondo, manga corta y cuerpo drapeado de la firma Vogana, que terminaba con una estilosa falda midi. Un vestido que destacaba por su color naranja, que potenciaba su bronceado, y que combinó con unos salones de Carolina Herrara iguales que los de Leonor, aunque con acabado de ante y un tacón más alto.
Completó el look con un bolso de asa en color marrón, también de Carolina Herrera, y a juego con sus zapatos. Y como joyas, unos pendientes a juego con el vestido, y el anillo dorado de Karen Hallam que le regalaron sus hijas.
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