Foto: Gtres
El príncipe Harry y Meghan Markle siguen pendientes de las noticias que salen de Londres a pesar de la distancia que han puesto de por medio. Fuentes cercanas a la pareja así lo reflejan en filtraciones a la prensa británica en las que además no ocultan que continúan muy molestos con determinadas actitudes. El último reproche tiene que ver con la reacción del Palacio de Kensington en defensa de Kate Middleton.
Como adelantamos en estas mismas páginas hace unos días, la revista Tatler, considerada como “la Biblia” de la información aristocrática en Reino Unido, dedicaba una extensa información elogiando el papel de la esposa del príncipe William. Pero también relataba algunas disputas personales con su cuñada. Encontronazos que horas después eran negados por fuentes oficiales del Palacio de Kensington, que gestiona la agenda de los Duques de Cambridge.
Amigos de la pareja relatan al Daily Mail que esta reacción oficial “ha caído como una bofetada sobre Harry, porque pidió repetidamente una política de medios actualizada y revisada o al menos una conversación sobre sus preocupaciones”. Reclamaciones que no recibieron respuesta: “Todos hicieron oídos sordos”. Las fuentes cercanas a la pareja adornan su relato con una frase significativa cuando hay alguna información que cuestiona la popularidad de Kate Middleton. “Cuando eso sucede, -dicen- Kate aparece, chasquea los dedos y recibe una gran cantidad de apoyo”.
A la espera de un nuevo capítulo en este serial de reproches, Harry y Meghan Markle intentan capear el temporal como pueden. Su exposición pública se ha reducido al mínimo. Sobre todo tras el revuelo formado al ser descubiertos en una mansión propia de estrellas de Hollywood, donde viven en Los Ángeles. Tampoco ayuda mucho el entorno social. Al confinamiento por la expansión del Covid-19 se unen ahora los disturbios y las protestas contra los actos racistas en Estados Unidos.
Sin quererlo, la propia Meghan Markle ha sido protagonista de ello en las redes sociales en las últimas horas. A pesar de que su popularidad se desvanece en ellas a pasos agigantados (ha perdido más de 200.000 seguidores tras el parón en marzo de su cuenta en Instagram), las redes han recuperado un mensaje de la actriz contra el odio racial. Una reflexión personal que ella misma realizó en 2012 con motivo de la campaña I Won’t Stand For…
La actriz reconocía entonces que ella misma había recibido a lo largo de su vida actitudes racistas, algunas de ellas dedicadas a su propia madre. “Ciertas personas no me miran y me ven como una mujer negra o una mujer birracial”, decía entonces la protagonista de Suits. Y concluía con un deseo que a la vista de los acontecimientos, no se ha cumplido: “Espero que para cuando tenga hijos la gente tenga la mente más abierta a cómo están cambiando las cosas. De lo que se trata es de tener un mundo multirracial. Eso sin duda lo hace mucho más hermoso e interesante”.
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