Foto: @harpersbazaarus X.
Meghan Markle ha hecho del 2025 el año de su regreso. Lo empezó abriendo sus redes sociales, continuó estrenando un programa con Netflix y lanzando su propia empresa. Siguió con su regreso a la gran pantalla y lo termina siendo la protagonista de la última portada de la revista Harper’s Bazaar.
La duquesa de Sussex posa para la revista sin maquillar, pero vestida de Alta Costura y se presenta al público sin tapujos y contando cómo es realmente Meghan Markle.
“Tras años de verse absorbida por las narrativas de otros, la duquesa de Sussex está lista para escribir su propio próximo capítulo”. Con estas palabras arranca el extenso reportaje que Meghan Markle ha concedido a la edición estadounidense de la revista Harper’s Bazaar.
La duquesa se pone en la piel de una modelo y posa para la cámara con diferentes looks de grandes firmas como The Row, Balenciaga, Chanel o Celine, joyas de Cartier o Tiffany & Co., y sin una gota de maquillaje.
Así es como la vemos, precisamente, en la portada de la revista en la que se muestra a cara lavada, dejando a la vista las pecas y marcas que pueblan su rostro, y con el pelo recogido en una coleta despeinada. Un clean look que contrasta con la lujosa chaqueta negra que luce y que pertenece a la colección primavera/verano 2026 de Dior.
Sin embargo, lo más destacado del reportaje no han sido las fotografías, sino las declaraciones que ha dado. La duquesa se ha mostrado como una madre de familia trabajadora y locamente enamorada de su marido, el príncipe Harry, al que ha hecho toda una declaración de amor.
“Es alguien con una curiosidad y una alegría casi infantil. Eso me atrajo muchísimo y él despertó eso en mí. Se refleja en todos los aspectos de nuestra vida. Incluso en los negocios. Quiero que juguemos, nos divirtamos, exploremos y seamos creativos”. cuenta Meghan Markle.
“Me ama con tanta intensidad y plenitud, además tiene una perspectiva diferente porque ve información que yo no veo. Nadie en el mundo me ama más que él, así que sé que siempre me apoyará”.
Revela que se encuentra en un momento de paz consigo misma y con lo que dicen los demás de ella, pues reconoce que ha sido duramente criticada.
“Me encanta hacer ambas cosas: jugar con mis hijos y estar en primera fila en un concierto. Creo que en el momento en que empiezas a basar todas tus decisiones personales en el juicio de los demás, pierdes tu autenticidad”, señala. “Uno encuentra diferentes maneras de protegerse, ya sea por instinto de supervivencia o simplemente por madurar”.
Aunque también reconoce que ha cometido errores y que trata de usarlos para dar una lección a sus hijos. “Aprendes a no volver a hacerlo. Si todo sale a pedir de boca, no aprendes nada. Si no aprendes nada, no creces”.
“Soy madre de dos niños en esa edad en la que aprenden constantemente algo nuevo. Los veo enfrentarse a cosas que parecen completamente insuperables. Pero les digo: ‘Sé que ahora parece muy difícil, pero créeme, pronto será pan comido’. La perfección no existe. También tengo derecho a equivocarme”.
Y cuenta cómo es su día a día como madre trabajadora. “Mi despacho está justo al lado de la cocina. Lilibet viene y se sienta en mi regazo cuando estoy en medio de una reunión, ya sea sobre las ganancias y pérdidas de mi marca o sobre algún tema creativo”.
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