(Foto: Gtres)
Ayer tuvieron lugar en Londres los famosos BAFTA, los Premios de Cine de la Academia Británica. Una cita cultural este año rodeada de polémica por la sonada ausencia en ellos de los príncipes de Gales.
Todo el mundo esperaba que, tras su progresiva recuperación y vuelta a la vida pública, Kate Middleton acudiera al evento luciendo alguno de sus vestidos de fiesta. El año pasado se perdió la cita por estar recuperándose de una cirugía abdominal, lo que no evitó que su marido presidiera solo el evento.
Así, la noticia de que ni uno ni otro iban a presidir este año los BAFTA ha sentado especialmente mal a los británicos. Más al conocer el motivo de la ausencia. Y es que los príncipes de Gales explicaron hace unos días que los premios coincidían este año con el primer fin de semana de las vacaciones escolares de sus hijos. Motivo por el cual no iban a acudir a la cita.
De todos es sabido que el príncipe William y Kate Middleton están muy enfocados en la educación de sus hijos y tienen el firme deseo de ser unos padres presentes para ellos, a pesar de sus compromisos oficiales. Por eso han decidido hacer caso omiso de las quejas de sus súbditos y poner tierra de por medio.
Según publica el periódico Daily Mail, la pareja habría aprovechado las vacaciones escolares de los niños para cruzar el charco. Concretamente para visitar la idílica Isla Mustique, situada en el mar Caribe. Un pequeño paraíso de poco más de 5 kilómetros cuadrados donde se casaron Ana Boyer y Fernando Verdasco hace unos años y que no es desconocida para los Gales.
De hecho, durante las vacaciones de verano de los años 2018 y 2019 el príncipe William y Kate Middleton también pasaron unos días de desconexión en la isla. Lo hicieron alojados en la lujosa Villa Antibes propiedad de Andrew Dunn, un amigo íntimo del príncipe William.
Y es que este enclave privilegiado es también uno de los más exclusivos del planeta. Con apenas 500 habitantes, su fuerte es el turismo de lujo. De hecho cuenta con varios hoteles de cinco estrellas y casi un centenar de villas privadas a las cuales solo se puede acceder por invitación. Los precios de los alojamientos superan los 40.000 euros la semana e incluyen todo tipo de servicios a la altura de los viajeros más exigentes del planeta.
Sin duda, un enclave perfecto en medio del Caribe para que los príncipes de Gales disfruten de un tiempo de verdadera desconexión. Para ello, cuentan desde el Daily Mail que la familia ha viajado en un mismo vuelo, rompiendo el protocolo habitual. Además, lo han hecho acompañados de Carole Middleton, la madre de Kate. Ella será sin duda un gran apoyo para el matrimonio a la hora de compartir tiempo con los niños.
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